EVA DURÁN
SIN TITULO
a Carlos Polo
Si algún día me recuerdas tienes que saber
que me masturbo con alegría
que me río hasta las lágrimas
que mis pasos dejan aún una estela de sangre
Que dejé jirones de piel por ahí
(entre parques y bibliotecas, rostros, casas, coches, cines)
Que leí por pendeja 5000 libros
pero que descubrí, no demasiado tarde, que es mejor ignorar la gramática,
las lecturas y la buena educación (por eso eructo, por eso soy libre)
Tienes que saber que converso con espíritus, que desayuno con sangría, que me fotografié desnuda.
Que me gustan por igual la comida turca y los turcos
(Aunque un marroquí musculoso y moreno no estaría nada mal)
Que a veces, cuando olvido… sonrío
entonces converso con mis flores y me juzgo feliz
Que en una noche de pasión fulgurante
entre la arena blanca, la brisa barranquillera y el mar
El me dijo: “Pareces una colegiala ninfomana y hambrienta”
Y luego “Te amo” y luego, nada…
Si algún día me recuerdas (si me recuerdas)
Tienes que saber que en verdad soy feliz (solo que de otro modo)
Que crezco entre extraños, que maduro a golpes
Que los domingos aun voy al parque de niños
y me monto en los columpios y los deslizaderos
Que me sé inmadura y tonta… y que me gusta
Que aún me regalo rosas
Que aún amo con locura a los perros
Cuando veas a Antonio José dile:
“En Alemania ella te espera con café humeante
un cuerpo guapo y saludable
poemas que ha escrito para ti, sexo libre y algunas canciones”
Si le vuelves a ver… dile…
Si regresa…
,
"Y de repente [el toro] miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad."
a Carlos Polo
Si algún día me recuerdas tienes que saber
que me masturbo con alegría
que me río hasta las lágrimas
que mis pasos dejan aún una estela de sangre
Que dejé jirones de piel por ahí
(entre parques y bibliotecas, rostros, casas, coches, cines)
Que leí por pendeja 5000 libros
pero que descubrí, no demasiado tarde, que es mejor ignorar la gramática,
las lecturas y la buena educación (por eso eructo, por eso soy libre)
Tienes que saber que converso con espíritus, que desayuno con sangría, que me fotografié desnuda.
Que me gustan por igual la comida turca y los turcos
(Aunque un marroquí musculoso y moreno no estaría nada mal)
Que a veces, cuando olvido… sonrío
entonces converso con mis flores y me juzgo feliz
Que en una noche de pasión fulgurante
entre la arena blanca, la brisa barranquillera y el mar
El me dijo: “Pareces una colegiala ninfomana y hambrienta”
Y luego “Te amo” y luego, nada…
Si algún día me recuerdas (si me recuerdas)
Tienes que saber que en verdad soy feliz (solo que de otro modo)
Que crezco entre extraños, que maduro a golpes
Que los domingos aun voy al parque de niños
y me monto en los columpios y los deslizaderos
Que me sé inmadura y tonta… y que me gusta
Que aún me regalo rosas
Que aún amo con locura a los perros
Cuando veas a Antonio José dile:
“En Alemania ella te espera con café humeante
un cuerpo guapo y saludable
poemas que ha escrito para ti, sexo libre y algunas canciones”
Si le vuelves a ver… dile…
Si regresa…
,
"Y de repente [el toro] miró hacia mí. Con la inocencia de todos los animales reflejada en los ojos, pero también con una imploración. Era la querella contra la injusticia inexplicable, la súplica frente a la innecesaria crueldad."
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