Bocanada de Esperanza
Little Horse
Fish
Bonjour tristesse
TESA:
TRASCENDENCIA
POR EL ARTE
Cuando se abre la puerta de la trascendencia y se instaura un mundo a través del arte, el camino siempre es nuevo, no importa el momento en que decidamos asumirlo.
Entonces el material canta en las manos y los segundos adquieren otra dimensión, otro valor, otro registro. Los colores son en ese momento sólo una disculpa para que el espacio-tiempo nos diga como sujetos, y cuente, con la magia de la relatividad, los instantes de eternidad que nos habitan.
Eso, sé, que lo sabe Tesa, pues comparte con el Iberoameriká Colectiu, la consigna de Gaudir l´art. Dicho en el escaso Valenciano que aprendimos con Francisco Piedcausa, a la orilla del mediterráneo, mientras dibujamos y cantabamos, sin reato y sin vergüenza, las canciones de "El Nano" Serrat, para quien volvemos a pedir el Nobel de Literatura, como el mas grande de los poetas de las tierras de Algeciras a Estambul.
Tesa sabe, yo también lo sé, que el sujeto objetivado, vuelto color, transformado desde la materidad, es el que justifica el juego con los colores, porque el resultado es trasmutación personal. Y así como la linealidad de Bonjour tristesse es la materialización de la desesperanza, en momentos dificiles y se traducen en barrotes monocordes que, sin embargo, no agotan el brillo del espíritu gracias al color; Bocanada de esperanza, comparte con nosotros el hálito polícromo de las buenas noticias de su ámbito personal. Y entre las dos realidades cotidianas, de nuevo el juego (Gaudir, Gaudir) de la abstración en Fish y en Little Horse; este último, un ritornello cromático, a un tema y una paleta que ya se hacen voz propia. La dificil voz propia por la que un artista quiere y debe ser reconocido.
Little Horse
Fish
Bonjour tristesse
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