7.9.07

DESDE LA ARGENTINA. Julio Carabelli

Tiempos extraños vivimos.

Tiempos en los que una pequeña parte de la población pide olvido.Los escritores necesitamos de la memoria para denunciar o simplemente ejercer nuestro oficio de escribir. Hay quienes piden olvido con sotana o sin ella, con uniforme o sin él, pero trajeados de cómplices para el innegable espejo, elemento éste trabajado con maestría por Borges, nuestro máximo Inspector de Aves y Huevos, autor de aquel memorioso Funes.

La memoria tiene que ver con la literatura mucho más de lo que los mismos escritores creen, y a veces la memoria se refugia por suerte en los libros, los que a veces son quemados es cierto, pero alguien recordará. Por eso cuando escritores jóvenes o no tanto, dicen que no leen para no sentirse influenciados, sólo están encubriendo su ignorancia. ¿Qué mejor que dejarse influenciar por los grandes?¿Por quién se deja influenciar nuestro joven aspirante a escritor?, ¿por Tinelli, por Grondona, por quién?

Y otros aseguran escribir para ellos. Una endeble excusa. Nadie escribe para sí mismo. Todos los que garabateamos papeles o maltratamos teclados lo hacemos con el fin de comunicarnos y no existe comunicación si otro no lee. Por otra parte no hay texto literario sin lector.

No es fácil en estos tiempos de estupidización general mediante cursos facilitados por Tinelli y sus cofrades, inducir a la gente a leer aunque sea para que no olviden que lo mejor de esta nación, compuesta por cinco países, se hizo con la cultura del trabajo, no de la prebenda o el bolsón.Tiempos difíciles para los escritores cuando en los paneles televisivos opinan lindas señoritas huecas, políticos mentirosos o los eternos figurones de siempre.

En los países civilizados invitan a pensadores, escritores o técnicos. Y surge la pregunta ¿seremos peligrosos los escritores en un país que ha abandonado la lectura? ¿por qué nos excluyen? ¿tienen miedo de que hablemos? Pensemos, tal vez además de escribir convendría hablar con la gente y, rechazando el olvido, empezar de nuevo la ciclópea tarea que se impusieron Alberdi y Sarmiento, de educar al soberano.

Julio Carabelli

Felicitamos a Analía Mabel Pascaner, por la tarea de divulgación alternativa a través de su Blog Con voz propia

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida gente de Termita Caribe:
Muchas gracias por sus palabras alentadoras, me demuestran que esta tarea que realizo no es en vano.
Por favor, reciban un abrazo cálido.
Analía Pascaner