12.12.07

JUEGO DE SOMBRAS. VERSIONES Y PERVERSIONES



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JUEGO DE SOMBRAS

EL GATO DE ULISES

R.I.P por CB

Borges, mi gato, juega con las sombras
que una lámpara de papel arroja al piso.
Sus manos,
tan reales como esta pantalla donde escribo,
tratan inútilmente de aprehenderlas.

Yo, fantasioso también, creo que lo engaño,
como el griego, proyecto sombras
sobre las sombras de la caverna contemporánea
en un pedante intento de jugar a la superioridad.
Se engaña, lo engaño, nos engañamos todos;
ilusos, casi enajenados,
creemos posible raponear la realidad.

Como el gato,
le sigo dando vueltas a la sombra,
y a pesar del gesto inútil,
cada vez es más distante
la gredosa presencia de Ítaca.

CARLOS ALBERTO VILLEGAS URIBE




EL GATO DE ULISES (pervertida versión endecasílaba)

Borges, mi gato, juega con las sombras
y una lámpara de papel araña.
Sus manos, tan reales como esta
pantalla donde ahora les escribo,
en vano tratan de cogerlas vivas.

Crédulo también, creo que lo engaño,
y como aquel griego proyecto sombras
sobre las sombras de la actual caverna
como pedante intento vanidoso.
Y como es usual, siempre enajenados
y candidos, muñecos alienados
sentimos raponear la realidad.

Como el gato, como ese inútil gato,
le sigo dando vueltas a la sombra,
y a pesar del gesto ladrón y ocioso
cada vez es mas legendaria y cierta
la gredosa presencia de Ítaca.

CLAUDIO BERRÍO


Versión alicantina de El Gato de Ulises (per-no-gráfica)

FRANCISCO ANTONIO PIEDECAUSA SELFA







Va mi abusiva versión:
EL GATO DE ULISES

R.I.P por CB

Borges, mi gato, juega con las sombras
que una lámpara de papel arroja al piso.
Sus manos,
tan reales como esta pantalla donde escribo,
tratan inútilmente de aprehenderlas.

Yo, fantasioso también, creo que lo engaño
cuando proyecto sombras sobre las sombras
en la caverna contemporánea,
en un intento de ser superior.
Se engaña, lo engaño, nos engañamos ambos,
nos engañamos todos;
ilusos, enajenados,
creemos posible atrapar la realidad,
jugar con ella.

Como el gato,
le sigo dando importancia a las sombras,
y a pesar del gesto vano de mis zarpas,
es siempre más distante
la gredosa presencia de Ítaca


ELÍAS MEJIA HENAO



J, la la recuperé. Aquí te la envío de nuevo, por si la habías echado a la basura.

El juego continúa.

La per-versión de Julio César Quintavalle.

EL GATO DE ULISES (perversión caco-fónica)

Borges juega con las sombras
y mi gato con una lámpara de papel
que araña sus manos,
tan reales como este vano afán
de encojonarlas en que vivo

Crediticio también, creo que al Citybank engaño,
y como aquel cajero: proyecto sombras
sobre las sombras de la actual caverna
de un alienado extracto pendenciero.
Y como es usual, siempre enajenados
y cándidos, hasta el mar de años endeudados
siento que es otro el raponear de realidad
que padezco (no rimaba, ni remaba,
ni era posible otro encabalgamiento
por lo cual el eco no tuvo otra posibilidad:
miento, miento, miento)

Como el gato, como ese inútil gato,
le sigo dando vueltas a la sombra,
y a pesar del gesto ladrón y ocioso
cada vez es mas legendaria y cierta
la gredosa presencia de Itaca.
(por declarada incapacida creativa se sostiene:
tiene, tiene, tiene, tiene)
Sin embargo, por no dejar pasar invicto el verso,
tiene huevo, dirá el rimador o rumiador de pienso.

JULIO CÉSAR QUINTAVALLE



Como el juego continua, aquí va la mía –-homologada por mi nuevo amigo Jorge-Luis Garcés. Copio a Elias para que hagamos el ejercicio.
(Aquí desaparece Ulises e Itaca, pero qué importa ¡). Saludos J


EL GATO DE CARLOS

Borges, mi gato,
se atreve con las sombras
y trata de atraparlas
con certeros zarpazos.
Hoy quisiera engañarlo
con mis noches impías
al fondo de una cueva
--como las de ese iluso,
aquel griego pensador.

Inútil propósito:
Borges, mi gato,
las agarra en sus patas
juega fino con ellas
y las sombras disfrutan
de su visibilidad.

JORGE LUIS GARCÉS



Te mando mi versión. Espero no haberme tomado demasiadas licencias...



LA GATA DE ULISES



Lucrecia, mi amante, es la sombra de todas aquellas
que han intentado mostrarse tangibles
por el solo placer de sentirse vulgares.

Ellos han intentado ligarla a la realidad de sus caderas.

Yo, ambicioso también, creo que la engaño,
porque le regalo pintalabios y sombra de ojos,
tacones de aguja y corsés de cuero y seda;
en nuestro delirio corporal
le suelo pedir que se case conmigo.

Se engaña, la engaño, nos engañamos todos;

Ilesos, casi enamorados,
creo posible escapar de mi tristeza especular.

Como mi amante,
cuido mis instrumentos y limpio mi armamento,
y pese a mis deseos,
cada día que pasa veo más lejana
la posibilidad de que su templo sea la cura a mi tormento.


ELISA GARCÍA McCAUSLAND



EL GATO DE ULISES (Versión audiovisual)







El juego continúa... ven al juego, participa enviando tu VERSIÓN o perVERSIÓN de EL GATO DE ULISES a:

cecreacolombia300@yahoo.es

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