Habitantes de Urbalia. Oleotipo. Villegasuribe
Tiene apenas 15 años. Pero esa misma razón etárea, en que todo adolece y tiene posibilidades de ser o deshacerse en el aire, es la que le permite hoy conquistar un post en TERMITA CARIBE. Su valiente ejercicio, que considera una novela, es en últimas la expresión de una voluntad creadora, de un deseo de contar y de contarse, que merece ser leída, y también disfrutada con la ternura protectora de quien asiste al acto inaugural de lo que puede llegar a ser una promesa literaria. Sólo el tiempo lo dirá, el arte es un edificio de incontables pisos. Asistimos, quizá, al primer paso en la tarea de conquistar la cima. Por eso transcribimos su novela con el fervor adolescente con que ha corrido hasta nosotros: sin corrección alguna. El tiempo y la voluntad de obrar lo harán; si Alejandro persiste. Felicitaciones a docentes como Lizzy Paez que siembran pasión por la voluntad creadora. T.C.
Tiene apenas 15 años. Pero esa misma razón etárea, en que todo adolece y tiene posibilidades de ser o deshacerse en el aire, es la que le permite hoy conquistar un post en TERMITA CARIBE. Su valiente ejercicio, que considera una novela, es en últimas la expresión de una voluntad creadora, de un deseo de contar y de contarse, que merece ser leída, y también disfrutada con la ternura protectora de quien asiste al acto inaugural de lo que puede llegar a ser una promesa literaria. Sólo el tiempo lo dirá, el arte es un edificio de incontables pisos. Asistimos, quizá, al primer paso en la tarea de conquistar la cima. Por eso transcribimos su novela con el fervor adolescente con que ha corrido hasta nosotros: sin corrección alguna. El tiempo y la voluntad de obrar lo harán; si Alejandro persiste. Felicitaciones a docentes como Lizzy Paez que siembran pasión por la voluntad creadora. T.C.
Crónica de un secuestro
Iba caminando lentamente, por un paraje oscuro y tenebroso, Se respiraba un silencio profundo; al final del camino visualizaba Un funeral, por mi cuerpo pasó un corrientazo, se me puso la piel de gallina. Era mi propio entierro, todos cuchicheaban, lloraban y miraban el cadáver asombrados. Al acercarme pude verme, no entendía que pasaba, yo estaba vivo pero nadie me veía, no me oían, quise gritar pero no pude; en ese momento sonó el teléfono. Desperté y puede darme cuenta de que todo era un sueño. Que alegría, era una pesadilla, nunca olvidaré, lo que sentí en esos momentos.
Este sueño me puso a reflexionar seriamente sobre la muerte y el desconcierto que se siente cuando se piensa en ella. Al contestar el teléfono, al otro lado de la línea se oyó una voz enigmática y tenebrosa que decía “ten mucho cuidado tu vida peligra, debes ponerte en contacto con alguien y tendrá que ser pronto”, todo quedó en silencio, no hubo más explicaciones. Quede
desconcertado, no entendía que pasaba, por que esa llamada? Todo me daba vueltas, mi cabeza iba a estallar, presentía que algo grave le iba a ocurrir a mi familia y a mi.
Muy preocupado me dirigí a un café Internet a revisar mi correo y oh sorpresa, allí había un mensaje muy extraño que me desconcertó:
“ayúdame, estoy en problemas algo está sucediendo,
esto afectara mi vida para siempre” me pude dar cuenta que este mensaje era de mi hija. Dónde podía estar? Que estaba ocurriendo?. Desesperado Salí de aquella sala de Internet, no sabía a donde ir, el tráfico estaba espantoso, visualizaba rostros tristes, hacia un frió asombroso.
Yo estaba allí, en medio de la calle, mi cabeza daba vueltas, todo mi ser era un nudo de desconcierto, estaba asustado. qué ocurría con mi vida? Qué se avecinaba en el futuro?
Recordé que mi hija había salido muy temprano, estaba con su mejor amigo en un pueblo cercano; tenia que ir hasta allí y hablar con ella, había mucho que aclarar.
Me dispuse a abordar la buseta que me llevaría a mi destino.
Al subir, percibí que todos me miraban asombrados. Me pregunte ¿que pasa? Será que mi rostro refleja toda la preocupación que llevo por dentro.
Tenía que relajarme, estar tranquilo para pensar y encontrar respuestas a todos mis interrogantes.
Sentía un bochorno exagerado dentro del vehículo, el sudor rodaba por mi frente, estaba verdaderamente asustado.
Presentía que algo muy malo le estaba pasando a mi hija, no iba a llegar a tiempo y esto me tenia totalmente desconcertado.
Mi hija no podía pagar por errores que yo había cometido, ¿Quiénes querían hacerle daño? Por que? No
me cansaba de hacerme estas preguntas, estas ideas me daban vueltas en la cabeza, me fui quedando dormido, era un sueño pesado, una y otra vez despertaba sobresaltado.
De pronto se sintió un ruido espantoso, la buseta en la que viajábamos paró de insofacto, algo ocurría en la carretera, todos nos levantamos de nuestros asientos como impulsados por un resorte. Habían hombres armados en la carretera, todos estábamos perplejos, un
frío subió por todo mi cuerpo.
Nos obligaron a bajarnos, robaron todas nuestras pertenencias, en ese momento me dí cuenta de que era delincuencia común, al despojarnos de todo lo de valor que poseíamos se marcharon. Desconcertados subimos a la buseta y continuamos nuestro viaje.
Por fin llegue paipa, el pueblo donde yo esperaba encontrar a mi hija sana y salva. Pero no fue así, al llegar lo único que pude ver en la casa fueron destrozos,
parecía que por allí hubiese pasado un huracán. No había nada en pié, todo estaba revolcado y se visualizaban rastros de violencia.
Mire hacia la sala y ahí estaban las pertenencias de mi hija, sus gafas, su celular y su bolso tejido en fique. Sentí un profundo dolor; ¿quién era el que quería hacernos tanto daño? Y ¿Por qué? No éramos una familia adinerada, no teníamos enemigos que en algún momento nos hubieran amenazado, y por qué con mi hija y no con migo que era el directamente responsable.
Salí de allí como loco, no sabía donde podía encontrar a mi hija, en ese momento apareció un muchacho, quien me entregó una nota, ahí estaba la respuesta a todas mi dudas.
Mi hija estaba secuestrada, la nota era muy clara:
“Señor galviz tenemos a su hija, nos volveremos a comunicar muy pronto, es necesario que lleguemos a un acuerdo”
sentí mariposas en mi estomago. Nunca había
imaginado que fuera a vivir esta experiencia, siempre pensé que un secuestro le podría a ocurrir a cualquier otro menos a mí.
Que impotencia, sentí que el mundo se hundía bajo mis pies, necesitaba moverme rápido, mi hija estaba en peligro y yo tenía que evitar que ocurriera una tragedia.
· En un lugar selvático no muy lejos de allí, estaba laura Sofía, la hija más querida de Ángel galviz.
Custodiada por dos hombres morenos, quienes se
secreteaban entre sí.
Laura Sofía estaba cansada, la caminata había sido larga y agotadora, no entendía por que estos hombres la tenían allí ¿Qué querían? ¿Por qué ella?¿qué estaba ocurriendo? ¿dónde estaría su padre en este momento?.
Dos lagrimas rodaron por sus mejillas, sus ojos azules
Reflejaban el desconcierto. Se sentía muy sola, todo su cuerpo le dolía, sus delicadas manos estaban aprisionadas por una pesada cadena, aferrada a un catre
oxidado que poseía cuatro colchones duros, llenos de polvo y con gran cantidad de orificios producidas por el comején.
Laura Sofía estaba allí, estupefacta. ¿en qué momento había ocurrido esto? Todo parecía una pesadilla;
¿Cuándo terminaría? Solo había transcurrido un día y laura Sofía le parecía una eternidad.
Algo tenia que hacer, no podía quedarse allí
Indefinidamente, pero cada que lo pensaba, le parecía
Mas difícil la posibilidad de escapar.
Optó por hacerse amiga de los secuestradores y averiguar que era lo que querían con ella y su padre.
¿Era por dinero? ¿era por venganza? Ella estaba dispuesta a averiguarlo, pero para ello tenían que cranear muy bien lo que iba a hacer para lograr su objetivo.
Pidió a sus secuestradores que le trajeran agua, ellos asistieron y rápidamente laura Sofía estaba saciando su sed. Mientras bogaba el agua, empezó a dialogar con uno de los hombres que la custodiaban. Laura Sofía sintió una gran simpatía por este hombre y notó en sus ojos y sus palabras que habían rasgos de nobleza que cautivaban. Le pregunto su nombre y él cortésmente le respondió que se llamaba Leonidas Londoño y que el estaba haciendo todo esto por órdenes de sus superiores, pero que no tenia nada contra ella, que con él podría tener una persona incondicional para ayudarla en el momento que lo necesitara.
Laura Sofía se dio cuenta que este podría ser un gran aliado en el futuro.
Conversaron por un largo rato y se entablo una gran amistad. Los dos se atraían y se percibía una gran química entre ellos.
Las horas fueron pasando en el pueblito de paipa se vivía otra realidad.
De pronto cuando sonó el celular de mi hija, era Rafael su amigo del alma el no estaba enterado de lo que ocurría me brindó todo su apoyo y rápidamente llego a su casa con la idea de empezar a buscar a laura Sofía, donde fuera necesario.
De pronto, llego a la puerta un niño, con una nota muy llamativa estaba hecha con letras de periódico muy grandes y coloridas pero sin un remitente en especial, que decía:
“si usted quiere volver ver a su hija debe hacernos llegar $50.000.000 millones de pesos”
“la entrega se hará en el restaurante el paisita tentador Hora 3:00 día 27 de agosto” Rafael su gran amigo no vio problema, guardó la esperanza de que no le harían daño a Laura Sofía y optamos por recoger el dinero, para rescatar sana y salva al ser mas preciado y bello
que el señor me había regalado hace veinte años.
Los días fueron pasando, ya en mi ciudad natal
Empecé a recolectar todo el dinero que mas pude, pero esa cantidad para personas de tan bajos recursos, no se consigue de la noche a la mañana.
Cuando el dinero ya estaba casi recolectado en su totalidad. Recibí una llamada que me dejó perplejo ¡era mi hija! Su voz sonaba agitada: “ papá, papá he escapado de mis secuestradores, estoy a unas cuadras de la casa, ven a recogerme a la fonda antioqueña, te tengo una sorpresa”.
Salí como alma que lleva el diablo, me daba la impresión de que si no llegaba pronto a aquel lugar, perdería de nuevo a mi hija; esta sola idea me partía el corazón. Nadie sabe el dolor que se siente el tener un hijo secuestrado, hasta que no pasa por esta experiencia
tan aterradora.
Llegué a aquel lugar con el corazón en la mano, me embargaba una gran emoción. Me parecía mentira, ver a mi hija allí sentada con sus grandes ojos azules llenos de lagrimas embargada de felicidad.
Me dio un abrazo tan fuerte que quedamos fundidos en un solo cuerpo y en una sola alma.
¿Pero cual era la otra sorpresa? Estaba muy intrigado. Ella en medio de las lagrimas, señaló a un hombre, joven, apuesto y jovial que estaba cerca al mostrador y me dijo: papá te presento a mi futuro esposo. Escapamos juntos, el fue uno de mis captores, pero aquí estamos unidos por el amor y la esperanza. Gracias a él, yo estoy libre y aquí con tigo.
Papá te amo y le pido a Dios que cese el secuestro en este país. donde hay gente tan bella y de tanta calidad humana
ALEJANDRO ROMAN V.
COLEGIO COMFENALCO, ARMENIA, QUINDÍO.
GRADO
9B
CRONICA DE UN SECUESTRO
PRESENTADO A:
LYZZY PAEZ
Tenía que relajarme, estar tranquilo para pensar y encontrar respuestas a todos mis interrogantes.
Sentía un bochorno exagerado dentro del vehículo, el sudor rodaba por mi frente, estaba verdaderamente asustado.
Presentía que algo muy malo le estaba pasando a mi hija, no iba a llegar a tiempo y esto me tenia totalmente desconcertado.
Mi hija no podía pagar por errores que yo había cometido, ¿Quiénes querían hacerle daño? Por que? No
me cansaba de hacerme estas preguntas, estas ideas me daban vueltas en la cabeza, me fui quedando dormido, era un sueño pesado, una y otra vez despertaba sobresaltado.
De pronto se sintió un ruido espantoso, la buseta en la que viajábamos paró de insofacto, algo ocurría en la carretera, todos nos levantamos de nuestros asientos como impulsados por un resorte. Habían hombres armados en la carretera, todos estábamos perplejos, un
frío subió por todo mi cuerpo.
Nos obligaron a bajarnos, robaron todas nuestras pertenencias, en ese momento me dí cuenta de que era delincuencia común, al despojarnos de todo lo de valor que poseíamos se marcharon. Desconcertados subimos a la buseta y continuamos nuestro viaje.
Por fin llegue paipa, el pueblo donde yo esperaba encontrar a mi hija sana y salva. Pero no fue así, al llegar lo único que pude ver en la casa fueron destrozos,
parecía que por allí hubiese pasado un huracán. No había nada en pié, todo estaba revolcado y se visualizaban rastros de violencia.
Mire hacia la sala y ahí estaban las pertenencias de mi hija, sus gafas, su celular y su bolso tejido en fique. Sentí un profundo dolor; ¿quién era el que quería hacernos tanto daño? Y ¿Por qué? No éramos una familia adinerada, no teníamos enemigos que en algún momento nos hubieran amenazado, y por qué con mi hija y no con migo que era el directamente responsable.
Salí de allí como loco, no sabía donde podía encontrar a mi hija, en ese momento apareció un muchacho, quien me entregó una nota, ahí estaba la respuesta a todas mi dudas.
Mi hija estaba secuestrada, la nota era muy clara:
“Señor galviz tenemos a su hija, nos volveremos a comunicar muy pronto, es necesario que lleguemos a un acuerdo”
sentí mariposas en mi estomago. Nunca había
imaginado que fuera a vivir esta experiencia, siempre pensé que un secuestro le podría a ocurrir a cualquier otro menos a mí.
Que impotencia, sentí que el mundo se hundía bajo mis pies, necesitaba moverme rápido, mi hija estaba en peligro y yo tenía que evitar que ocurriera una tragedia.
· En un lugar selvático no muy lejos de allí, estaba laura Sofía, la hija más querida de Ángel galviz.
Custodiada por dos hombres morenos, quienes se
secreteaban entre sí.
Laura Sofía estaba cansada, la caminata había sido larga y agotadora, no entendía por que estos hombres la tenían allí ¿Qué querían? ¿Por qué ella?¿qué estaba ocurriendo? ¿dónde estaría su padre en este momento?.
Dos lagrimas rodaron por sus mejillas, sus ojos azules
Reflejaban el desconcierto. Se sentía muy sola, todo su cuerpo le dolía, sus delicadas manos estaban aprisionadas por una pesada cadena, aferrada a un catre
oxidado que poseía cuatro colchones duros, llenos de polvo y con gran cantidad de orificios producidas por el comején.
Laura Sofía estaba allí, estupefacta. ¿en qué momento había ocurrido esto? Todo parecía una pesadilla;
¿Cuándo terminaría? Solo había transcurrido un día y laura Sofía le parecía una eternidad.
Algo tenia que hacer, no podía quedarse allí
Indefinidamente, pero cada que lo pensaba, le parecía
Mas difícil la posibilidad de escapar.
Optó por hacerse amiga de los secuestradores y averiguar que era lo que querían con ella y su padre.
¿Era por dinero? ¿era por venganza? Ella estaba dispuesta a averiguarlo, pero para ello tenían que cranear muy bien lo que iba a hacer para lograr su objetivo.
Pidió a sus secuestradores que le trajeran agua, ellos asistieron y rápidamente laura Sofía estaba saciando su sed. Mientras bogaba el agua, empezó a dialogar con uno de los hombres que la custodiaban. Laura Sofía sintió una gran simpatía por este hombre y notó en sus ojos y sus palabras que habían rasgos de nobleza que cautivaban. Le pregunto su nombre y él cortésmente le respondió que se llamaba Leonidas Londoño y que el estaba haciendo todo esto por órdenes de sus superiores, pero que no tenia nada contra ella, que con él podría tener una persona incondicional para ayudarla en el momento que lo necesitara.
Laura Sofía se dio cuenta que este podría ser un gran aliado en el futuro.
Conversaron por un largo rato y se entablo una gran amistad. Los dos se atraían y se percibía una gran química entre ellos.
Las horas fueron pasando en el pueblito de paipa se vivía otra realidad.
De pronto cuando sonó el celular de mi hija, era Rafael su amigo del alma el no estaba enterado de lo que ocurría me brindó todo su apoyo y rápidamente llego a su casa con la idea de empezar a buscar a laura Sofía, donde fuera necesario.
De pronto, llego a la puerta un niño, con una nota muy llamativa estaba hecha con letras de periódico muy grandes y coloridas pero sin un remitente en especial, que decía:
“si usted quiere volver ver a su hija debe hacernos llegar $50.000.000 millones de pesos”
“la entrega se hará en el restaurante el paisita tentador Hora 3:00 día 27 de agosto” Rafael su gran amigo no vio problema, guardó la esperanza de que no le harían daño a Laura Sofía y optamos por recoger el dinero, para rescatar sana y salva al ser mas preciado y bello
que el señor me había regalado hace veinte años.
Los días fueron pasando, ya en mi ciudad natal
Empecé a recolectar todo el dinero que mas pude, pero esa cantidad para personas de tan bajos recursos, no se consigue de la noche a la mañana.
Cuando el dinero ya estaba casi recolectado en su totalidad. Recibí una llamada que me dejó perplejo ¡era mi hija! Su voz sonaba agitada: “ papá, papá he escapado de mis secuestradores, estoy a unas cuadras de la casa, ven a recogerme a la fonda antioqueña, te tengo una sorpresa”.
Salí como alma que lleva el diablo, me daba la impresión de que si no llegaba pronto a aquel lugar, perdería de nuevo a mi hija; esta sola idea me partía el corazón. Nadie sabe el dolor que se siente el tener un hijo secuestrado, hasta que no pasa por esta experiencia
tan aterradora.
Llegué a aquel lugar con el corazón en la mano, me embargaba una gran emoción. Me parecía mentira, ver a mi hija allí sentada con sus grandes ojos azules llenos de lagrimas embargada de felicidad.
Me dio un abrazo tan fuerte que quedamos fundidos en un solo cuerpo y en una sola alma.
¿Pero cual era la otra sorpresa? Estaba muy intrigado. Ella en medio de las lagrimas, señaló a un hombre, joven, apuesto y jovial que estaba cerca al mostrador y me dijo: papá te presento a mi futuro esposo. Escapamos juntos, el fue uno de mis captores, pero aquí estamos unidos por el amor y la esperanza. Gracias a él, yo estoy libre y aquí con tigo.
Papá te amo y le pido a Dios que cese el secuestro en este país. donde hay gente tan bella y de tanta calidad humana
ALEJANDRO ROMAN V.
COLEGIO COMFENALCO, ARMENIA, QUINDÍO.
GRADO
9B
CRONICA DE UN SECUESTRO
PRESENTADO A:
LYZZY PAEZ
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