19.5.08

DESDE COLOMBIA.Oscar Zapata

HISTORIAS DEL PROLOGUISTA
Si de locuras esta lleno el espacio geográfico que habitamos, de locura esta hecho el universo artístico y literario por el cual transitamos a discreción. Las sorpresas de cada día, junto con el pan nuestro, se suceden unas detrás de otras sin solución de continuidad. De asombro en asombro, de perplejidades insólitas y de saltos de liebre, vamos de la mano en el colectivo que abordamos para hacer la vida amable y posible la convivencia pacífica. Al menos como aspiración dentro de lejanos y tercos moldes arquetípicos, esquivos, en donde la maledicencia o la ausencia de valores son un lugar común.
La última página del libro de José Nodier Solórzano "Historias del Prologuista" es la ruptura de la cinta en la meta de llegada y la raya del sentencioso triunfo de un autor que irrumpe con un nuevo estilo en el fascinante universo de las letras. A veces, no pocas, nos hemos aventurado a escrutar, con la imaginación, acerca o sobre los componentes intrínsecos del ser humano. ¿Qué será lo que tiene por dentro? - ¿Cómo lo hace? ¿Cuál es la formula o la receta de cocina? En el vaivén de las preguntas y respuestas sobresale la vida y obra que imponiendo el sello personal o en su terminología de comunicador su huella digital irrepetible como la de los habitantes del planeta.
El libro de Solórzano Castaño, aquí reseñado, es una increíble propuesta lúdica de corte humorístico y singular originalidad que nos permite a los raizales recrear el entorno en el cual nos movemos y nos hemos movido con personajes de carne y hueso arquetípicos, todos mezclados en la pantalla de la creatividad y genialidad del proponente que logra un producto de agradabilísimo sabor, perdurable como las cosas gratas, con marca de fábrica para recurrir en su lectura y determinarnos a la espera de nuevos productos de la misma factura del que ahora se nos ofrece a los desprevenidos lectores.
Un fallo sentencioso en materia de artes debería estar desprovisto de fríos análisis y de los considerandos propios de una sentencia judicial. En el arte, los componentes del veredicto deberán ser de otra índole. Un me gusta o no me gusta bastarían para relevar al diletante de consideraciones inútiles o estériles. En mi caso, el libro de Nodier es una sublime y agradable locura. Me gustó y muchísimo. Un veredicto, el mió, y ¡léelo!, una consecuencia sincera de querer compartir con otros lo vivido en las páginas que encierra el universo de un singular libro que denuncia, que propone, que burla burlando, que autocomplace, que caricaturiza, que juega y ante todo que le resta solemnidad a lo que para otros es pompa o lujurioso ego. Un fuerte abrazo para José Nodier y a su conglomerado, léase elenco, de amigos y gente que desfila a lo largo de las páginas de su libro que sonreirán ante la comedia y la genialidad de la asociación de miembros de la ficción-ficción.(Asoefifi.)
Oscar Zapata Gutiérrez

No hay comentarios.: