28.1.09
Museo de Arte Moderno de New York LEER
DESDE ESPAÑA
PARADOJA DE DIOFANTO
Poema de Carlos Alberto Villegas LEER
LA PERSISTENCIA DEL COLOR
Pinturas de Maria Teresa García, Tesa LEER
DESDE COLOMBIA
FERNANDO MEDINA, UN LIBRO ABIERTO
EL escritor y músico colombiano, Libaniel Marulanda, nos acerca a la narrativa vital, en tono de crónica, de esta apacible personalidad de la cultura quindiana. Canción para una despedida LEER
CIENTO VEINTE KILÓMETROS CON WILLIAM OSPINA
El escritor quindiano Hugo Hernán Aparicio Reyes, registra, con la sensibilidad del viajero de lecturas, su personal experiencia como conductor particular del novelista, ensayista y poeta colombiano William Ospina. LEER
POEMA DE LA PENURIA
Poema del joven Angel Castaño que nos deja en la estacada. LEER
DESDE PUERTO RICO
PERDIDO EN SAN JUAN CON UNA CAMARITA
Soportado en la memoria de su cámara fotográfica, Arturo Yepes, el caricatógrafo chileno nacionalizado en Estados Unidos, registra sus primeros encuentros con Puerto Rico. LEER
DESDE ARGENTINA
hablando con ella en la franja de gaza
Poema de Louis Aldo Novellis. LEER
PALESTINA
Poema de Silvia Loustau. LEER
EL DECESO
Poema de Rolando Revaglliati. LEER
TERMITERO
De aquí, de allá de todas partes
Viaje cómplice a los creadores del termitero virtual. LEER
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3.1.09
HOMENAJE A JOAN MIRÓ
DESDE ESPAÑA, Carlos Alberto Villegas Uribe
DESDE ESPAÑA, Maria Teresa García
Por lo que es necesario advertir que aunque en estos dos nuevos trabajos se siente una pérdida de la fuerza atávica y del vuelo cromático que la caracterizan, tambíen es posible pensar que tanto la voluntad de obrar como la voluntad de persistir se objetivan en Soummission y Escultura Alemana, como expresión lumínica de sus personales y particulares realidades actuales. Como es posible pensar también que la búsqueda de técnicas que no le aportan contundencia a su personal propuesta, podría convertirse en un camino errado para la Tesa escencial que obra.
DESDE COLOMBIA. Libaniel Marulanda
El maletín de fuelle amplio y sus gafas, entre otras querencias cotidianas, testificaba la ausencia final de Fernando Medina, el librero, el menudo y singular personaje de la Librería Universitaria de Armenia, la misma que echó a rodar por los caminos minados del comercio editorial desde un memorable año 72 del siglo pasado. También, junto a su ataúd, en un ritual desenfadado y tan polisémico como la poesía misma que rodeó su ámbito laboral y su militancia quimérica, una botella de brandy prestaba guardia de honor ante el Fernando que se nos fue el pasado 17 de enero, a las cuatro de la tarde.
Luis Fernando Medina García, nació un 14 de julio de 1946. Como casi todos sus amigos de la generación de la posguerra mundial y la violencia colombiana, también se alimentó de las lecturas prohibidas por nuestros maestros y curas de entonces: los cuentos (que se alquilaban) de los superhéroes gringos, los inverosímiles guapos mejicanos, como el Enmascarado de plata y las aventuras de la miscelánea Walt Disney. Luego, con un par de años más, toda la información de la revista Selecciones del Reader’s Digest. Vale decirlo de otra manera: justamente todas las lecturas que preconizaban una cultura alienante que, alcanzado el uso de razón intelectual, casi todos nosotros habríamos de cuestionar.
Fernando Medina obtuvo una licenciatura en Ciencias Sociales de la Universidad del Quindío. Es comprensible que para esa época ya hubiera contraído el compromiso intelectual que animó todo el resto de su existencia: el marxismo leninismo. Pienso, por estos días de dolor y reflexión, que Fernando, como tantos amigos de la adolescencia que se han ido, fue fiel en absoluto al contenido de un escrito de Lenin:” A qué moral renunciamos”.
Contrario a lo que, por desgracia, suele ser normal e incluso elogiado, eso que llaman ser muy paisa, que raya con el “tumbis”, la estafa y los códigos, Fernando, el Librero, siempre fue honesto, cumplido y justo. No conozco un solo escritor quindiano que pueda decir algo en contra de su ética comercial.
Sus hermanas, Aleyda y Aura, siempre compartieron esa trinchera cultural cuya sede, por efectos del terremoto y con los libros sobrevivientes, fue reinstalada en el Centro Comercial Bolívar. Pero, mientras Aleyda y Aura, permanecían en la librería, Fernando, quien comenzó a vender libros desde 1969, emprendía a mañana, tarde y horas intermedias una maratón entre la sede del Centro comercial, la Universidad del Quindío y la Gran Colombia, en donde existen dos puntos satélites de la Librería Universitaria.
Hace más de doce años, en un evento con un grupo de amigos metidos en esto del arte y la cultura, alguien propuso exaltar el trabajo y la contribución de Fernando Medina a la expansión de la lectura. La respuesta fue unánime y nuestro librero recibió el reconocimiento de la comunidad literaria del Quindío.
Un sobrino suyo, Gustavo Andrés Guarín, residente en Buenos Aires, a manera de carta de despedida escribió un texto que reavivó el torrente de dolor en la sala de velación, ante el cadáver de Fernando. Se refería a esa particularidad del librero, de andar y desandar a Armenia, atado a su maletín lleno de libros, programado desde siempre para conseguir llegar tarde a todas partes gracias a su inmensa capacidad de saludar y despedirse de cada amigo, cada simpatizante del Polo, cada cliente, cada lector.
La fórmula practicada por Fernando, el librero, para alcanzar el perpetuo estado de incumplimiento horario era simple, según su sobrino: saludar durante media hora y emplear otra en despedirse. Como amigo suyo, desde aquel lejano 1960 en primero bachillerato del Rufino, puedo dar fe de ello. Viví su efusión siempre que coincidía con la maratónica ruta de Fernando.
De otra parte, debo confesarlo ahora, fueron muchas las noches en que intentó fugarse de esa dura realidad que lo circundaba en su solitaria vida, recién muerta Aseneth su esposa. Solíamos encontrarnos y emprender un lento peregrinar por las salsotecas de Armenia. Él, desde luego, gozándose a fondo el repertorio de música cubana de Senegal o de Soneros. Algunas veces se evadía de esas tertulias rumberas ante la urgencia de ver a María Fernanda, una de sus hijas, quien llegaba desde Argentina.
Como estudiante y después como maestro e intelectual, forjado en los avatares de esa década de floración de ideas enfiladas hacia la equidad social; luego como esposo, padre, y siempre como librero, refería Fernando que sólo una vez fue blanco de la represión del establecimiento.
En efecto, a raíz del histórico paro nacional del 14 de septiembre de 1977, bajo el gobierno de quien fuera el fundador del M.R.L. y llamado “el compañero jefe”, Alfonso López Michelsen, su librería fue allanada, bajo la sindicación de instigar al amotinamiento y el paro. Todo porque a Fernando le encontraron volantes en su inseparable maletín.
Al retomar el hilo del infatigable caminar y caminar del librero nos sobreviene, entonces, una pregunta a quienes tuvimos el privilegio de su amistad: ¿Esas cálidas, cotidianas y sempiternas despedidas suyas no serían premonitorias, como si el marxista ortodoxo supiera que se iba a ir primero que nosotros?
Consecuente con su concepción del mundo, pero en contra vía del caos horario del fallecido, el cortejo fúnebre salió a las cuatro menos un minuto de la sala de velación, sin cura, iglesia ni rezos, luego de la lectura de la carta escrita por Gustavo Andrés y leída por Carlos Alejandro, también sobrino.
Ya en el cementerio, rodeado de su gente, con el breve discurso de un dirigente del PCC, luego de cantar destemplados en su memoria el antológico Hasta siempre comandante de Carlos Puebla, la ventanita del ataúd, que permitía verlo, fue regada por un chorro generoso del brandy contenido en una botella que asía a modo de bandera Mauricio Alberto, su hijo, y que luego compartió con todos los presentes.
Entonces, desde el momento en que el cajón entró en la banda transportadora hacia el horno incinerador, comencé a experimentar un sentimiento de vergüenza que crece con los días. Parado, con sus amigos y dolientes frente a esa puerta, que de verdad conecta este más acá con el imaginado más allá, como músico de pensamiento situado en la misma frontera que el corazón, como simpatizando del Polo, experimenté la bofetada de saberme traidor. Comprendí, tarde, que era ese, y ningún otro, el momento en que yo debía haber tocado y entonado una canción con todos: La internacional.
Libaniel Marulanda
Calarcá, enero 23 de 2009
DESDE COLOMBIA. Hugo Hernán Aparicio Reyes
Umberto Senegal, William Ospina y Hugo Hernán Aparicio Reyes
No escapó del escrutinio la conocida amistad personal de William con el Nobel cataquero. Maestro, existen coincidencias biográficas notables entre usted y Gabo. De momento, recuerdo que ambos se iniciaron en la poesía a la misma edad. Versos confesos los suyos, no así los pre-macondianos. Dos de los sonetos piedracielistas escritos por García Márquez en el frío salobre de Zipaquirá, hace más de sesenta años, prosaicos recursos de seducción, salieron a empellones de mi memoria, corregidos al mismo ritmo por su amigo presente: Si alguien llama a tu puerta, amiga mía… Al pasar me saluda y tras el viento… ¿Los reconoce como suyos? ¿le ha mencionado el tema? Sí, efectivamente, hace algún tiempo le pregunté sobre esos y otros poemas que se le atribuyen. Su característica respuesta, fue: si son buenos, son míos. No es la única coincidencia. Los dos, provincianos, aunque antípodas; él de las ardientes bananeras, usted del helaje andino. Anota William; hay algo que recuerdo y que creo verdadero: un día García Márquez me dijo: ¿Cómo es tu pueblo natal? Y yo le contesté sinceramente: "es Macondo en una cornisa de los Andes, en la niebla". Continué; dos años de derecho, abandono de la carrera por cuenta de la literatura, amigos que influyeron en la sabia decisión… Sí, tiene razón; me lo hacía notar también Dasso Saldívar. Quiere profundizar en eso. Agrego otro dato. Nuestros padres, boticarios y músicos. Otros más, William, textos en El Espectador; ambos, huéspedes de Europa en su primera madurez
Nota/ Los textos en bastardilla, numerados, son fragmentos de la obra poética de William Ospina, recopilada por Editorial Norma, colección La Otra Orilla, con el título de WILLIAM OSPINA – POESÍA.
(13) Canción de Dos Mundos - ¿Con quién habla Virginia…?
DESDE COLOMBIA. Ángel Castaño
“Su padre estaba afuera/ mi negra salió corriendo.
Yo me escondí en la bañera”
Suelto el lápiz. Mimos. Zapatos traviesos.
Camina por el abismo. Los niños corretean por la acera de enfrente. Hilos de memoria. Vestido de baño.
Plumas de pollitos.
Tengo reseca la garganta, preferiría un poco de agua. Prende la tele que no tarda en comenzar el noticiero. Tamborilea con una moneda. Hago monerías. No puedo evitar que la baba se derrame. Insolencia. Risita. Sólo quiero que la niña crezca sana.
No importa que seas una mariposa caníbal. Mi seso es exquisito.
Termitas embusteras. Autopista. Soslayo, adjetivo. Peceras. La falsa historia del policía muerto. Me duelen los ojos y las rodillas,
Inanición.
Antes de irse tuvo el buen gesto de dejar una nota sobre el comedor.
En ella decía que se había cansado de esperar
el poema que le prometí la noche en que nos conocimos.
Sabes que nunca dejaras de ser un escritor de baja estofa.
Tardaras toda esta vida en escribir unas líneas que valgan la pena.
Tus libros sólo serán leídos por tu grupo de amigos.
Y, si tienes algo de suerte, aparecerás en una antología de dudosa calidad, donde se dirá que fuiste un poeta menor
Me atoro con una ración de moscas.
Berrido.
Recetas culinarias. Mi mano crepita en tu nariz.
Nada
más (
Por ahora
).
DESDE PUERTO RICO. Arturo Yepes
En 1958 un mozalbete de 17 años viajaba hacia Estados Unidos a realizar su sueño de triunfar como caricaturista profesional. Poco se imaginaba el joven que, por un error de la agencia de viajes, lo que debía ser una escala rutinaria para cambio de aviones en San Juan iba a convertirse en una inesperada estadía de cinco días en la Isla. Efectivamente, cuando se personó al mostrador de Trans Caribbean para validar el boleto el empleado le informó que su vuelo era recién para la semana siguiente. Quizás el amable lector ya se habrá imaginado que la víctima de ese percance era yo.
Me entró pánico. Yo que iba derechito de la casa de mis padres en Chile a la de mis tíos en New Jersey, de repente me encontraba en un lugar extraño y sin conocer a nadie. Para colmo de males el poco dinero que traía no me iba a alcanzar para una emergencia como ésta.
Le pedí al taxista que me llevara “al hotel más barato de la ciudad”. Durante el trayecto le confié mi situación, y él, con ese espíritu hospitalario tan puertorriqueño, me hizo sentir mejor. Sirviéndome de cicerone me fue familiarizando con Puerto Rico: el aeropuerto del que veníamos había sido inaugurado apenas dos años atrás; el flamante Expreso Baldorioty de Castro que tomamos estaba en construcción(su primer tramo llegaba sólo hasta la calle Tapia donde había que desviarse para coger la calle Loíza); me hablaba del nuevo Puerto Rico que estaba gestándose bajo Muñoz Marín; de la industrialización de la Isla, etc., todo lo cual el improvisado turista escuchaba con fascinación.
Finalmente llegamos al Hotel Central(hoy Howard Johnson), en el Viejo San. Le pedí al empleado “la habitación más barata de todas”, no sin antes explicarle mi angustiosa odisea. Me asignó un cuartito de madera que habían construido en la azotea; ¡A $2.50 la noche lo acepté sin queja alguna!
Ya instalado, la próxima gestión era enviar un telegrama a mis tíos con la nueva fecha de mi llegada. (Sí, en aquella época se usaban “te-le-gra-mas”, unos mensajes escuetos que se entregaban a domicilio; para los de la generación del e-mail favor consultar con sus abuelos).
Cámara en mano(una vieja camarita que ya estaba de botar) me dediqué a caminar por las calles del Viejo San Juan y a retratar todo lo que veía a mi paso. Hoy contemplo estas fotos y comprendo por qué me enamoré de aquel pueblito cosmopolita que era y es el Viejo San Juan. Por aquel entonces su sector residencial estaba en total deterioro y, en muchas de las casas que hoy están hermosamente restauradas, vivían hasta una docena de familias. A pesar de esto, la antigua ciudad tenía un atractivo y personalidad muy especiales. A través de estos 50 años San Juan ha experimentado muchas transformaciones, pero, curiosamente, cada cambio le va añadiendo un encanto más.
En una de mis muchas caminatas llegué un día a la parte posterior del antiguo Correo, cerca de la Casita del Turismo, y cuál no sería mi sorpresa al toparme con el entonces vicepresidente Richard Nixon y una muchedumbre que lo vitoreaba. Recuerdo que le estreché la mano, al igual que muchos que se le acercaban. ¡Todo pasó tan rápido que no tuve tiempo de reaccionar y fotografiarlo! Nixon iba de regreso a Washington vía Puerto Rico luego de una desastrosa gira por Sur América donde había sido abucheado en casi todos los países. Aquí en Puerto Rico se le otorgó una recepción mucho más amigable, casi de desagravio.
Otra noche de exploración turística me llevó hasta el edificio de apartamentos Patio Español, en la calle Cruz. Me llamó la atención el ancho zaguán, y como no había portón de clase alguna entré hasta el patio interior que ostentaba un bello y frondoso árbol(hoy el edificio tiene no uno, sino dos portones; los tiempos cambian). Una tarja indicaba que en ese lugar, se había fundado, en 1846, la Sociedad Filarmónica, “una institución dedicada al fomento de la cultura musical puertorriqueña”. Originalmente, cuando era una edificación de un solo piso, funcionaba ahí un mercado adonde entraban las carretas tiradas por caballos; de ahí lo ancho del zaguán.
Cruzando la calle, justo al frente, entré al Cafetín 4 de julio (hoy restaurante Il Bacaro). En la vellonera coloqué discos de mi ídolo, Carlos Gardel, cuya voz, lejos de mi patria, me sonaba más emotiva que nunca. Un señor que estaba en el bar con unos amigos se acercó y empezó a relatarme anécdotas de la visita del artista a la Isla en 1935. Era Arturito Ramos Llompart, el periodista de El Mundo, con quien mantuve una gran amistad hasta el día de su muerte.
Tanto fue lo que me impactó aquella visita al Viejo San Juan, que, ya viviendo en Nueva York, todas mis vacaciones las venía a pasar aquí. En dos de esas ocasiones, en 1962 y l966, me hospedé en el mismo Hotel Central… aunque, no en aquel humilde cuartito de azotea.
En 1968 decidí abandonar Nueva York y venir a vivir definitivamente a la Isla. Desde hace 25 años soy un orgulloso residente del Viejo San Juan, y hoy vivo(¡lo que son las vueltas del destino!) en Patio Español, frente a lo que entonces era aquel viejo cafetín, el de la vellonera con discos de Gardel.
Arturo Yépez
Caricatógrafo político de El Vocero
DESDE ARGENTINA. Aldo Luis Novellis
hablando con ella en la franja de gaza
yo solo quería escucharte
pequeña amiga
pero solo escuché un silbido penetrante
y una violenta explosión inesperada.
y entonces me quedé hablándole
toda la tarde
a tus bellos ojos negros
abiertos como dos claveles melancólicos/
muy cerquita de tu cabeza
arrancada de su cuerpo
por un maldito misil del sionismo asesino.-
Aldo Luis Novellis
DESDE ARGENTINA.Rolando Revagliatti
El deceso de Augusto enluta
al Banco Riggs de Washington
El deceso de Augusto José enluta
a la Agencia Central de Inteligencia en Chile
El deceso de Augusto José Ramón
enluta a Margaret Thatcher y a la institución liderada
por Juan Pablo segundo
El deceso del General Augusto José Ramón
enluta a su consejo militar de 1973
El deceso del General Augusto José Ramón
Pinochet Ugarte
enluta el 10 de diciembre de 2006
Día Universal de los Derechos Humanos
a los Chicago Boys y al caballo sin jinete
escoltando al féretro.
Rolando Revagliatti
TERMITERO:DE AQUÍ, DE ALLÁ, DE TODAS PARTES
Aquellas vidas intensas que pasan mientras nosotros vivimos la nuestra
Querid@ amig@,
El blog de la revista Vericuetos hace un homenaje a nuestro querido amigo y colaborador GILBERTO OLVER DE LEON quien nos dejo para siempre hace una semana. Por favor pulse el siguiente enlace para visualizar el blog y ver las entradas : In memoriam Gilberto Olver de LeónAdios a Olver de León http://vericuetos-paris.over-blog.com/ Te recuerdo igualmente que cada árticulo publicado en este blog tiene activado un enlace " ajouter un commentaire" al final del árticulo para que puedas expresarte si lo deseas. Si tienes alguna sugestion, propuesta poética o narrativa, un árticulo o un ensayo literario que quieras publicar, por favor lo envias a la siguientes direcciones electronicas : Efer Arocha : arocha.efer@wanadoo.fr y a Libia Acero-Borbón : libiahb@aol.com Muy cordialmente, Libia ACERO-BORBON
Nosotros y los otros
Te invito a visitar mi BLOG y a dejar tu opinión
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Silvia www.silvialoustau.blogspot.com
Convocatoria
"Valores & Principios de Las Artes" - Febrero de 2009 - Arte del Mundo, Portal Internacional de Artes Plásticas & Visuales en Hotel Casino Sol Victoria de (Entre Ríos, Argentina)Pintura, Fotografía, Grabado, Técnicas Mixtas - Esculturas sólo de la Prov. de Entre Ríos Obras a Seleccionar: Solamente dentro de una estética Surrealista, Simbólica y Abstracta.Inauguración: 6 de Febrero de 2009Cierre: 6 de Marzo de 2009. Recepción de Obras: 28, 29 y 30 de Enero de 15 a 19 horas en Castro Barros 823 - (entre Av.Independencia y EEUU), Ciudad de Buenos Aires.Presentación de las Obras:Artistas integrantes de http://www.artedelmundo.com.ar/ aceptados directamente.Artistas no integrantes: Consultas al 011-4931-8414 (martes a viernes de 15 a 19 horas) o bien con la Lic. Claudia Sanzi al 011-3535 0682 ó 011-15-6154-7498 de 15 a 18 hs . Consultar costos por teléfono, ya que el mismo varía por el tamaño y peso de la obra en referencia al traslado.Selección de Obras: Se realizará una selección de obras solamente dentro de un estilo surrealista, simbólico y abstracto, en todas las disciplinas.Para artistas de la Provincia de Entre Ríos consultar telefónicamente Cel. 034 36 - 15 45 75 10 para coordinar el envío directamente al lugar de exposición. Pequeño formato hasta 0.30m (4)- Mediano Formato hasta 0.60m (2)- Gran formato hasta 1.00cm (1)-//// (1)-(2)-(3)- se considera una obra Las obras a exponer deberán estar preparadas y listas para colgar con con pitonesen el borde interior del bastidor y alambre y certificado de autencidad en el reverso de la misma,sin vidrio y sin marco en el caso de Pintura y Grabado, excepto el enmarcado tipo "caja". Fotografía sin vidrio ni marco montadas sobre foamboard. Cualquier duda consultar. Para la confección de las tarjetas de obra, cada artista deberá enviar por e-mail el nombre de la obra/s- medida/s- Técnica - PrecioCoordinación : Pablo PeezCultura de Arte del Mundo en la Prov. de Entre Ríos: Escultor Mario Oviedo : Cel. 034 36 - 15 45 75 10Curaduría : Lic. Claudia SanziDirección & Gestión Cultural : Jacqueline Klein Texier
Al sur del sur, desde los bordes del desierto
Amigos, les dejo algo. Libro agotado que seguramente nunca más editaré. Recibía tantas críticas por mi poesía neutra, sin entorno geográfico, que acá, agoté mi paisaje de infancia. http://agonistas-del-fin-del-mundo.blogspot.com/ Ojalá lo disfruten. mi abrazo de sur. aldo.-
aldo luis novelli/ desde los bordes del desierto.- http://www.la-sed-infinita.blogspot.com/ http://www.fluidos-virtuales.blogspot.com/ http://www.otros-fluidos-virtuales.blogspot.com/
La poesía es un oasis luminoso en medio del desierto. El poema es la sed.-
Fotomatones
Estimados amig@s,
ElCarromato les informa de la creación de un blog donde se irán colgando las imágenes de los Fotomathones.
La dirección es http://fotomathonelcarromato.blogspot.com/Aprovechamos para desearles una Feliz Felicidad para este nuevo año y para los siguientes!!!Tengan buen día soleadoy quizás helado,
ElCarromato