29.1.07

Jaime Morales Quant
Literatura y Lingüística
Universidad de Cartagena VIII semestre


Umbral y caída:
Una aproximación a la palabra en Rostro en la soledad

Héctor Rojas Erazo

Vivir vivir en las tinieblas /
entre cadenas de anhelos tiránicos
collares de gemidos/
y un eterno viajar en los adentros de sí mismo/
con dolor de límites constantes
y vergüenza de ángel estropeado
/ burla de un dios nocturno
.

Vicente Huidobro



La poesía, en tanto resultado de un encuentro íntimo – urdido de soledades habitadas e incisiones - convoca numerosos trazos de lo que nos conforma, y los lleva como alguna procesión sin orden, variante , compleja : nuestros afanes y nuestras preguntas, la persistencia de los sueños y las vehementes voces ; el modo de estar en el tiempo con los otros y las cosas, afuera-adentro, adentro-afuera, y esa multitud de ritmos trémulos que nos encierran. Veremos cómo una obra poética de Héctor Rojas Herazo (Rostro en la soledad) permite advertir algunas de sus búsquedas espirituales , recogiendo parte de sus dramas , de sus internos cataclismos y redenciones .

De manera precedente a cualquier indagación , es necesario aludir a un hecho de orden estructural que se hace tanto relevante como explícito en la obra mencionada: ésta se halla dividida en tres secciones específicas, tres microcosmos de sentido. Así, dentro de los propósitos aducidos , estará el de proponer una interpretación posible sobre dicha división, y rastrear la forma cómo tales partes se vinculan desde una perspectiva temática.

El primer poema[i] , límite y resplandor, nos enseña algunas reflexiones de carácter esencial . Habla de una privación iniciática, o si se quiere, primigenia. Veamos entonces:

Algo me fue negado desde mi comienzo/
desde mi profundo conocimiento. Y he velado dulcemente sobre las espadas que segaron mi luz /
con nocturno rostro me he alzado /
a batallar en el esplendor de mis dormidas normas /
y en otra sombra abatida he pronunciado mi nombre , /
mi tremendo mi orgánico nombre ,mi nombre/
bajo el sueño de un ángel...(p.9 )[ii]

Queda expresada la presencia de una ausencia. Algo ha sido negado desde el comienzo, y se inaugura la problemática de una incompletud en el ser. El sujeto asume el movimiento de reconocerse: lanza su nombre, y sale a batallar en el esplendor de sus dormidas normas. Y en efecto, lo anterior lleva a pensar en una exploración, en esa búsqueda vertida sobre sí. El poema construye una atmósfera de soledad derramada; nos sitúa frente a un hombre cuestionándose, abriéndose el enigma , revisando lo que es, tanto en su dimensión corpórea como espiritual. Sin embargo se produce una curiosa alusión a lo divino: aquél nombre es pronunciado bajo el sueño de un ángel. Y esta situación insta la pregunta por la soledad del ser viviente: ¿se halla irrecusablemente sólo y se sabe sólo, o se piensa hijo de alguien o de algo, acaso de un inefable dios, por ejemplo? Inquietudes como estás serán abordadas de manera ulterior mediante un análisis relacional.

Otro poema llamado Adán constituye un interesante complemento del anterior:

...Estás solo, /biológica y hermosamente solo, /
anterior a los padres /
en la satisfacción de tus miembros frente a la lluvia ./
Rodeado de substancias estrenadas por tus sentidos ...

...Estás verde de soledad y Paraíso.
Has llegado a tus huesos de hombre/ c
omo a un lugar remota y duramente anhelado...

...Adán estás bello de soledad/
estás oloroso a soledad./
Atento únicamente a la huella de tu cuerpo inesperado....

...Tu soledad es costumbre de días ,/ olfato vigoroso ,/ hambre...

...Tu orgánico suplicio de ángel que se despierta hombre/
de hombre sin respuestas /
de fruta sin raíz ./
Te palpas tu vientre y los labios...

Estás castigado Adán, castigado de hombre , /
no puedes ni siquiera sollozar/
porque no tienes orilla para sentirte desterrado...(p.17 )

Podríamos sostener que la condición misma del hombre implica una privación, quizás de doble o de triple vía, que pareciera una tragedia : por una parte, está la mortalidad; por la otra, la inhabilitación para concretar una omnisciencia . Desde su condena, Adán encarna la privación del padre velado . Eventualidad que revivirá como una de las grandes inquietudes metafísicas en los seres, bajo el modo de la pregunta por un creador. Y es que tales carencias originan la angustia por el no saber de donde somos , a qué vinimos, de qué se trata la existencia , o quién nos crea... Con ello, ser hombres es representar una soledad ; estar ante nosotros y ante la muerte como la imposibilidad de las posibilidades[iii]. Adán reside aislado , desconociendo sus raíces , y de hecho, sus bases ontológicas resultan un arcano cubierto de palabras inasibles. Pero carga los rastros divinos en alguna parte; en un pasado fue ángel, y aún guarda sobre sí el color del paraíso. Esto confirma la idea anotada con anticipación y lanzada como sospecha : el hombre quizás proviene de una “fuente” celeste que lo arrojó a un estado de soledad donde él mismo debe fraguar el conjunto de sus respuestas. Y aquí, en la inmensidad de tal realidad, se indaga , se busca , se desespera, se fastidia , confirma su aislamiento. Leamos el poema titulado Palabras para aventar en el olvido:

...Habíamos contado con nuestro cuerpo y nuestro sentidos han huído . Nada hemos realizado. Detrás no pueden justificarnos ni el almendro que creció junto al pozo/
ni la ventana abierta para darle los buenos días a un vecino...

...estamos como los niños /
cuando tropiezan con el muro en la mitad de un juego...
...y nada es nuestro... (p.22)

El sentimiento de despojo es evidente. Pone de manifiesto una verdad inexorable y al tiempo triste : la realidad, o la existencia, antes que hacerte olvidar la condena de ser hombre , te la repite , con toda la soledad que pesa sobre ello. La imagen de Adán surge como la figura del hombre primero, pletórico de preguntas y de “indirecciones”. Pero también la del hombre de ahora, confuso y ante su condición mortal . Y todos cargaríamos de alguna manera la agonía de ese primer existente; en el fondo todos somos el Adán desnudo reconociéndose perdido y sin embargo caminando , tras la búsqueda de alguna señal que nos aclare. Ahora bien , en más de una ocasión nos concebiremos como carga inútil, como un lastre absurdo . Es así que Rojas Herazo escribe:

...Nos acomodábamos en los puentes, y escuchábamos los sonidos lejanos , la respiración de la ciudades y el latido de los puertos . Pero en todo fuimos carga inútil . Nuestro nombre fue solamente un número transitando en avenidas innecesarias...(p.22)

Al parecer cada objeto que existe fuera de nosotros reafirma nuestra no existencia en él . Cada exterioridad con respecto al yo, corresponde a una alteridad en la que ni estamos ni somos; y en consecuencia, nada nos pertenece. Las indagaciones que hace el poeta permiten encontrarnos con temas como la pregunta sobre el Ser, que, como sabemos, preside gran parte de la historia de la filosofía: ...Algo socava, vive, /nos empuja los árboles, /los días, las preguntas,/ curva sobre nosotros el filo de un idioma ignorado...(p. 20) . Es por esto que cabe hablar de una disposición metafísica. De una circulación por “cuestiones límite”en la estética de Herazo: ¿Por qué existen las cosas? ¿Por qué es el ser y no más bien la nada? ¿Existe un dios y qué características poseería en caso de existir? ¿Cuál es la diferencia entre materia y espíritu? ¿La voluntad del hombre es libre? ¿Todo está en permanente cambio o existen cosas o relaciones que permanecen invariables a pesar del cambio? etc.[iv]

Además de ello , las indagaciones sobre la muerte ocupan un destino relevante : parte ineludible de nuestro vida como temporalidad. En el poema llamado Ráfaga de viento afloran imágenes relacionadas con dicho tópico: Veníamos de los muertos / y traíamos la seguridad / de haber encontrado las palabras nuevas/ con qué nombrar su reposo...(p. 14)

Es claro que existe una exploración espiritual- valga repetirlo- de ese hombre solo , buscando con su cuerpo la razones que lo sustenten, y concretando el lenguaje que le permita hablar del reposo mortuorio, más allá del miedo y la incertidumbre . Ciertamente la muerte, junto con la infancia, constituyó unas de las principales obsesiones del poeta:

Dos de sus obsesiones centrales se fraguaron en torno a la infancia y a la muerte ...Por ello nos dejó encendido su relámpago al comunicarnos que : “la poesía , fuente primera y última de todo conocimiento, no es otra cosa que infancia- miedo de altísimos quilates- alojada en el centro de nuestra conciencia... Y fue el miedo infantil, la conciencia temprana de la muerte, el que según él, encendió la chispa poética , que lo mantuvo iluminado por el resto de su vida[v].

Por otra parte, se produce el encuentro con un ángel sentado encima de las tumbas, que divide la compleja profusión del silencio: ...en algunas había ángeles/ dividiendo el silencio con su dedo de mármol.(p.14)

Otra vez aparece lo divino o lo celeste involucrado entre la tierra, pero envuelto en la gravedad de un mutismo sostenido. El poema La casa entre los robles conforma un objeto significativo al respecto. Ejemplifica un estado de percepción con relación a una divinidad: Algo de Dios , entonces , llegaba a las ventanas / algo que hacía más honda la casa entre los robles... (p.11)

Lo que llega de Dios, para utilizar las misma palabras de Herazo, nos llega en silencio también . Pareciera que si bien lo divino cobra presencia , no es revelador en tanto guía de la vida espiritual del hombre; como si después de la condena, de una expulsión del paraíso, la existencia humana hubiese quedado confinada así misma . En otras palabras, lo que se quiere manifestar es que en la divinidad no se perciben ofrendas de salvación , y ni siquiera, de respuestas a las perplejidades del ser. Se erige así una soledad acompañada de los otros, de los ángeles y dios , pero al fin al cabo , una soledad aguda, que se extrema tras los días .

Sin embargo, un poema como El encuentro (diálogo de las tres agonías ) deja ver que cada una de éstas ,es decir, el padre, la madre y el hijo, figuran como instancias cuya sed de compañía se trasfigura en fuerza penetrante; son seres dominados por una avidez frenética y miedosa: la madre y el padre anhelan al hijo, y el hijo, a su padre . Individualidades a los que les urge de un modo desperado la aparición del nuevo ser , y depositan en tal hecho un alto nivel de plenitud:

EL HOMBRE
Me prolongaré y he de darte, al fin, / l
a parte del árbol y piedra/
que largamente he soportado como un secreto./
Yo sentía , aquí, en mi mas hondo lugar de hombre,/
tu necesidad y tu reclamo...

LA MUJER
...Yo te decía : Míralo/
y me quedaba con los ojos lejanos y huecos /
porque algo de él subía a perderse, a gritar/
a quitarme la luz/
a batallar con los objetos monstruosos./
Yo estaba muda en el centro de mi júbilo y mi cuerpo era como una lámpara ...

EL HIJO

...Ahora estoy junto a ti /
ahora mis sentidos pueden oir tu voz /
y reconocer loq ue largamente ha esperado mi llegada... (p.24)

Bien podría decirse que un poema de esta clase , conduce a evaluar afectivamente algunas realidades que logran atenuar “ese sentirse isla que nos pesa”. Y una de ellas corresponde efectivamente al amor . Como fuerza cohesionadora, como lo que agrupa ; es el Eros[vi]que genera lazos fuertes y contrae la idea del despojo. Por ello, el nacimiento del hijo constituye la posibilidad de dar vida y ofrecer la vida , de un alimento existencial, de la compañía recíproca que salva. Es notorio que los tres personajes poseen la sed de respuestas que hemos señalado con antelación. Y que cada uno , desde su singularidad , se arma de pesquisas; que cada uno arde esperando el momento preciso de un desvelamiento. La diferencia que marca este poema se traduce a la introducción del tema de la unión . Por lo demás, el hijo estará impulsada por ese deseo de Adán de conocer a su raíz. Pero no podemos negar que la diferencia deviene notable : a diferencia de aquél podrá observar a sus padres y recibir el amparo : disociarse de los bruscos caminos de la desprotección.

Por su parte, la necesidad de una comunidad o aldea armonizada se hace presente en otro de sus poemas: la agonía del soldado :
...Esto pedimos, esto no más,/
un niño/ viendo pasar el aire dulcemente ./
una mujer , un surco y una flauta ./
Un pan bajo la lámpara ./
el saludo de un amigo , su risa fatigada./
el llanto por un muerto/
la sombra de la casa y un camino / p
ara llegar , para soñar con todos ...(p.35)

La nostalgia y el sentimiento de abandono causado por la evanescencia de las cosas en el tiempo , representa una temática explícita en El habitante destruido. El poeta prepara la reflexión de que todo aquello que en el tiempo es , en algún instante dejará de serlo; y se vestirá de una caducidad irreparable . El hombre ha conseguido su lugar, que es el tiempo y la condena del tiempo[vii]. Entonces nace la melancolía como respuesta, con esas vastas ramas hacia arriba y sus mañanas ocres . Veamos:

Por estas huellas de hombre , de pájaro o suspiro , /
podríamos alzarnos hasta aquella ciudad/
y verla nuevamente en la plenitud de sus torres/
y en el rumor de sus ventanas/ sentirla reposar en el hervor de sus muertos /
y largarse, más allá de las lámparas ...

... Todo en verdad , fue construido por el tiempo. Él quiso ser ladrillo y bronce /
y sopló en nuestras manos /
para que aprisionáramos el aire y el perfume /
en el recinto de los edificios /
entonces todos trabajaban como construyendo algo que iba ser perdurable y tranquilo/
Y recibían su jornal de júbilo por cada espacio habitable robado a la soledad...(p.31)

Las alusiones a una comunidad fraternal son ostensivas. Con ello, Rojas Herazo nos ha mostrado una realidad en la que yace la condición de lo unificado, habitada por seres sensibles; por una gran alianza o sentimiento de hermandad.

Otro elemento sustancial queda sugerido en el poema Narciso Incorruptible, donde se expresa la historia de un hombre que se asoma al agua para verse, con una propensión al explorar, al querer saber. Y es esa ansiedad , llamémosla , ontológica, metafísica o cognoscitiva, la que encarna el personaje en cuestión: ...Pero vives, / retornas cada día/ a mirarte, a mirar por nosotros / nuestra arcilla extasiada en el agua del mundo...

Ante nosotros, se halla una reiteración de la tendencia que tiene el hombre a perseguir un sentido, a preguntarse sobre sí y sobre las cosas. Pero justo en este instante aparece un rasgo inesperado: la arcilla reside extasiada ante el agua del mundo. Y esto podría indicarnos que la poesía de Herazo se encuentra provista de una no linealidad, o lo que es igual, de una plurivocidad . Verdaderamente problemática, admite el sí y el no ; los cambios bruscos; y en este orden, algo que constituye castigo desde cierta perspectiva , pudiera ser al tiempo una bendición, si se le observa desde otro vértice. La soledad del hombre y su falta de omnisciencia , configuran pues su condena . Pero curiosamente dicha incompletud deviene un privilegio, toda vez que posibilita el encuentro con las cosas, como si se tratara de una aventura creciente , de una novedad en y junto al espacio, del extrañamiento. Y esto, nos lleva a pensar que en el deseo de saber hay - además de la angustia- un encanto que nos impele, que nos aguza constante .

En aras de presentar una interpretación de la primera parte, es válido sugerir que el poeta introduce la figura de Adán como el primer hombre condenado a la soledad, para luego nombrar su angustia como hombre , víctima de la misma condena. En dicho apartado se erige al ser humano palpándose la piel y el espíritu. Pero , como decíamos, la pretensión de agrupar en una sola línea de sentido a los poemas de esta parte, constituye tanto una dificultad, como un equívoco, pues así como existen alusiones a la primitiva estancia del ser (representada en Adán), se desprenden referencias a la vida en medio de otros entornos reconocibles como la ciudad; o a lugares no identificables que hacen pensar en los comienzos del mundo; y construcción de pasajes que mencionan el tema del amor como un salida (universal, por lo demás) contra la tristeza. En adición a esto , nos enfrentamos a la ambivalencia de la errancia, como pudimos observarlo en el poema de Narciso. Así pues, sería conveniente afirmar que la primera sección de la que hablamos, se torna un preludio que servirá de guía a las dos partes subsiguientes y que , por un lado , nos permite entender la preocupación por la soledad y la muerte(el ser temporal) , y la propensión o el ansia del conocer , como espadas que se hallan acosando permanentemente al hombre; por el otro, y en menor grado, la importancia de la unión en la felicidad de los humanos . Sobre este orden de ideas , la cita que hace Felipe Agudelo Tenerio de algunas palabras pronunciadas por Rojas Herazo[viii] , adquiere una notoria pertinencia: Esto , tal cosa, es el hombre, nada más tenemos , llevemos a cabalidad nuestra insólita andadura, asistamos paso a paso , a nuestra propia destrucción y cantemos , que no falte la alegría , ni la gracia de la amistad...

Bajo este último semblante se suscriben muchos de los poemas que siguen en la obra. La segunda parte , que lleva por título Relatos en el umbral, hace pensar en una marco ; en una quicio , como si se tratara de un punto , de una estación , que conformara la transición hacia otra parte . Los poemas se ven atravesados por un ánimo distinto a ese que gobierna los del primer nivel , caracterizados en gran medida por el sentimiento de la soledad, a pesar – como ya expusimos- de las referencias a la necesidad del amor. Los siguientes segmentos son verdaderamente útiles a la hora de percibir el giro del que hablamos:

...Muchachos nos gritaban frenéticamente y deteníamos la carrera frente a las bardas del puerto...

... En nosotros , ebrios de gozo entre las espigas , cuando perseguíamos los muslos de los esclavos más rápidos y fugitivos que nuestro deseo...

...Nuestra alegría era nueva pero llena de sobresalto como el primer vuelo de un pájaro...(p.39 )

Los fragmentos citados se encuentran en el poema Viento del Huésped . Existe una voz en plural, un “nos” que remite a la colectividad ; y mucho más, a una colectividad guerrera. El segundo poema que le sigue a este último se titula Guerrero ante la luz y remite a un conjunto de victorias , de celebraciones que abrigan una práctica cultural de encuentro. ...En la noche llegarían los emisarios con los escudos agobiados por la vendimia de la victoria... (p.41 )

Luego, en el poema titulado Canción se vuelve a revelar una concordia existencial que contiene el carácter de aventura. Aparece una vivencia en la que los habitantes del mundo se hayan en colectivos y comparten. Estamos ante la presencia de horizontes por conquistar, de luchas en común y mujeres pariendo al tiempo; todo configurando una ambientación de agrupación :...Después vino el encuentro con el mar /y la construcción de los grandes navíos/ para alcanzar el horizonte /Los elfos de los corceles era todo el recreo de los guerreros/ en la vasta contienda de arena ./ Yelmos derramados y lanzas / ¡y mujeres pariendo frente a la espuma!.... (p.42 )

Esta vida guerrera o épica, si se quiere, admite la idea de la eternidad: somos imperecederos cuando nos guardamos en la memoria del otro . De esta manera, se derivarían dos cosas: la primera, que los hombres aceptan , después de la muerte, una gloria terrenal; la segunda , es que se podría objetar a ello un gran nivel de individualismo ; pero no se debe desconocer que las batallas se hacían en grupos, y se articulaban sobre la base de principios tales como la solidaridad y la leal conducta.

Con la segunda parte del peomario, tenemos una epopéyica fase en nuestra evolución como estirpe humana donde pretendimos el heroísmo y la construcción ; donde nos pensamos como arquitectos del ser y de la realidad . Y ésta se caracterizó precisamente por la consecución o la conquista de una vida en grupo . Se preserva la imagen de la aldea familiar , del espíritu comunitario: las mujeres esperando a sus guerreros, trayendo hacia la existencia una nueva existencia; los hombres compartiendo el rostro refulgente de la victoria bélica , celebrando sus hazañas, etc. Aún así, la poesía de Rojas Herazo arroja un hálito dubitativo, como si fuese un sismo que surge desde el fondo de algo: pues en tal universo idílico, la humanidad no comparte de manera totalizante; y ello se hace ostensible tras la presencia de los esclavos . Pero esto no es tan rotundo, no tan sustancial para lo que viene. La exposición de este mundo guerrero y amoroso nos lleva de la mano a una nostalgia; se configura en lo ideal; y ella se hará patente en el apartado que sigue , es decir, en la tercera partición estructural que referimos.

Entonces bien, el poeta propone un último lugar : La sombra inalcanzable. Como si algo que estuviera ahí bajo la forma de un vestigio , o de un huella, se convirtiera en fenómeno que no se puede asir . Lo que nos hace pensar en un pasado . Y quizás la realidad pensada en los relatos en el umbral , comprende un mundo agotado irreversiblemente. Nos hallamos ahora, y en contrapartida, ante la disgregación , la fragmentación, las individualidades; al frente del caos moderno. Se desprende el sentimiento de la muerte; vuelve sobre nosotros apuntando la cercanía hacía la extinción . Y nos reconocemos como bordes cayendo. Somos materia a punto de pudrirse , de hundirse en el imperio de la nada. Un poema como Los grandes gusanos comporta un elevado nivel de crítica, y se vincula a las anteriores consideraciones : ...Nos arrastramos/¿quién dice esta multitud camina? Nos arrastramos...(p.56)

Es clara la visión de una decadencia humana, agonizante. La soledad surge nuevamente como la hosca condición : “Estoy solo” / porque todos pasarán a su lado y mirarán su cabello y su estornudo / y el sudario de su pañuelo desde un aeródromo/ porque nadie, absolutamente nadie podrá segar una espiga en su soledad... (p. 54) Este poema que lleva por nombre Castigo y soledad resulta altamente significativo. Si se le relaciona con Criatura y estrella y Recado para un transeúnte, persistirá a una voz que afluye nombrando referentes urbanos , una divagante voz en la realidad moderna de las urbes. Por tanto , la tesis sugerida es : la poesía, en la tercera parte, comunica el aislamiento y la degradación modernas. Palabras como aeródromo y transeúnte, y esas imágenes de las calles donde nadie te ve, donde se es indiferente con la multitud a cuestas, constituyen rasgos expresos y reiterados de ello. La estética de Rojas Herazo recuerda la nostalgia por lo desaparecido, por lo que ya no es, por lo que se amenaza.

...O encontrar a una mujer / en una ciudad populosa y desconocida/ guiándote, únicamente, por el olor de tus gestos / y la energía de sus pezones...

..Algún día hablaremos de esto en una isla olvidada / donde los cocoteros tienes un timbre , musical y doloroso, / como el de una anciana que acaba de dar un paso en falso / y escupe sus miembros sobre las raíces polvorientas...(p. 57)

Hay esa triste añoranza que se registra en el recuerdo, y la figura opaca de un individuo en medio de una ciudad populosa. Precisamente la nostalgia adquiere un matiz particular cuando se expresa: ...entonces podrás sorprender un brazo al saludar a nadie desde el más claro sitio de una casa... Y esto brota como una imprevisión , como un eco desdibujándose en la casa vacía. Como una ausencia que regresa, -quizás el brazo de un ser querido- , y que ahora queda encarnada bajo la forma de alguna presencia que aparece y se diluye.

Pero si se trata de no omitir el carácter problemático de la obra que nos concierne , señalaremos otra vez la impertinencia de reunir a los poemas bajo un rótulo homogeneizador. Precisamente Criatura y estrella parece comportar una ambivalencia:

Quién eras entonces? Quién era ese transeúnte desconocido...

...Yo solamente fui la marca de un vestido y una corbata con unas manos suplicantes ...
Pero ahora he recuperado el libre ejercicio de mi odio y mi risa y camino – justo y total – con el fardo de mi gozosa podredumbre...(p.52)

Al principio se declara un estado de enajenación , de ser que no se encuentra consigo mismo, y que habita como un transeúnte adicionalmente ordinario. Pero luego aparece un encuentro con lo que se es y una conciencia de la humanidad como condición personal , de la podredumbre interna ; sin embargo, lo más extraño allí es que el sujeto camina con el rostro de una putrefacción gozosa. Por esto la pregunta es : ¿el reconocimiento de la corrosión hace al hombre diferente y superior, en contraste con el que vive sin advertirla? Pareciera que sí . Se desarrolla una vivacidad mayor , se conoce el caos interno y se le puede gritar a los hombres meditaciones sobre la existencia. Lo que el autor hace es dejar escapar una situación eufórica , después de haber recorrido una serie de elaboraciones disfóricas[ix]. Y ello genera una indudable complejidad. Pues no le basta con apuntar que el mundo es defunción , sino que además existe un extraño goce en saber que deambulamos roídos. A su vez, el sentimiento del sujeto solitario como un punto al interior de un mar de seres humanos , siempre caminantes , o nómadas, se vincula a la serie de imágenes proferidas por los otros poemas, y por tanto, a la idea reiterada del espacio moderno. El juicio de Ariel Castillo Mier resulta bien sintético y orientador : la poesía de Herazo revisa al hombre en todas sus facetas de ángel y guerrero, de Adán y Narciso, y en todos sus interrogantes sobre los enigmas de la vida , de la muerte, la soledad el tiempo , Dios , la orfandad, el pecado la salvación, la enfermedad, la inmortalidad, el exilio, el reino, la desesperanza, la rebeldía, la inocencia , la lucidez...

De manera concluyente señalaremos que la propuesta abierta por el poeta podría llevarnos a pensar en dos cosas generales, y por supuesto, en estrecha relación con la ordenación del poemario. La primera, que hubo un pasado , una comunidad afortunada: esa suerte de arcadia que hace recordar ciertas fases de la humanidad como la etapa guerrera pre-medieval, donde se podría incluir la grecorromana (fases más armónicas en cuanto a los lazos sociales más colectivos)[x] pero que como pasado ya no está; que como pasado representa una imposibilidad de retorno y un umbral ; un umbral que la da paso a una caída, como si camináramos por el marco de una puerta y luego sintiéramos el vacío de una mitad abismal ; y vamos descendiendo con ese malestar que prevalece... caemos hacia este mundo , de las calles y tranvías, de los pasos en asfalto.

La segunda anotación, se ligaría con el párrafo anterior. Consiste en que la parte final de la obra nos dirige hacia un presente de esperanzas raídas y cenizas en la piel; de una disolución que se siente honda, y de algo que se quiebra adentro . Rostro en la soledad podría vislumbrarse como la historia del hombre moderno que se experimenta desarraigado, escindiéndose , mirándose con un cuerpo desértico al interior de un lugar en el que los sujetos son mudos caminos que otros ven, pero desconsideran. Constituye la evocación de otra humanidad que se quedó petrificada en un relato y detenida en el umbral ,con sus cantos y victorias , con sus mares y navíos; pero en últimas allá, como un trozo de viento que no cruzará la cantidad de nuestros días. He allá el umbral .... he aquí la caída, el vértigo.

NOTAS
[i] De la primera parte

[ii] Todas los fragmentos de poemas serán extraídos de : ROJAS HERAZO, Héctor. Rostro en la soledad. Bogotá: Ediciones San Librario. 2004

[iii] HEIDDGER, Martín. El ser y el tiempo. México: Fondo de cultura económica. 1993.

[iv] www.wikipedia.com

[v] AGUDELO TENORIO, Felipe. Prólogo. En : HERAZO ROJAS, Héctor. Agresión de las formas contra al ángel. Bogotá: colección de poesía. 2005.p 9

[vi] No realizaré la división entre un Eros como amor entre los hombres y una Afrodita como amor entre hombre y mujer. Tampoco la disociación entre amor fraterno y amor de pareja. Solo usaré el vocablo para remitir a la unión , lo cual incluye la amistad , la cooperación, el romance, etc.

[vii] SANTOS, Emiro. Rostro en la soledad : el esplendor de la rebeldía(Aproximación a un poemario
germinal de Héctor Rojas Herazo). En: Revista Especulo
http://www.ucm.es/info/especulo/numero33/hrojas.html

[viii] AGUDELO TENORIO, Felipe. Prólogo. En : HERAZO ROJAS, Héctor. Op.cit.p.11

[ix] La distinción es tomada de Helena Beristain, cuando hace su lectura analítica del poeta mejicano Roberto Bonifaz . Véase: BERISTAIN, Helena. Análisis estructural del relato literario México : Limusa Noriega Editores, Universidad Nacional Autónoma de México, 1997.

[x] Esta aseveración se torna problemática cuando se atienden a los problemas de tipo social y político sucedidos en la sociedad romana, por ejemplo. O también si se atiende al hecho general de que las guerras implican homicidios, o muertes. Sin embargo, se trata de ubicarlos en la construcción de sentido que hace Rojas Herazo en su poemario, donde concibe la vida del guerrero y de la aldea comunitaria como un pasado dorado. La edad moderna mientras tanto, es un espacio más individual. Debemos recordar aquí que se trata de pensar estas cuestiones desde el tema de la soledad humana.

28.1.07

MI CORAZÓN NO TIENE TU EDAD Y OTROS POEMAS
Nacido en Salamina, Caldas, Colombia, el ex magistrado y humanista Jairo Maya Betancourt ha editado el libro Mi Corazón No tiene tu edad y otros poemas. En su bibliografía personal cuenta con ensayos literarios, jurídicos y políticos: César Vallejo, un hombre, un poeta y una angustia; El intelectual y la sociedad; La dictadura constitucional en Colombia; El constitucionalismo colombiano: apuntes sobre ciencia política e historia de las ideas políticas; La colonia y la formación del Estado Colombiano.

El poeta salamineño fue una de los intelectuales que participaron en la fundación de la Universidad del Quindío de la que fue expulsado por llevar en esos tiempos a las iniciales aulas universitarias el verbo encendido y esclarecedor del padre Camilo Torres, antes de que el cura optara por las vías de la fuerza para transformar la realidad colombiana.

Maya Betancourt, a quien sus múltiples aventuras culturales lo avalan como gestor cultural , compiló también la Antología de poetas salamineños: Salamina Ciudad de Poesía.

En "Mi corazón no tiene edad y otros poemas", -obra que se suma a sus anteriores poemarios "Hombre a diario" y "Páginas al viento"- Maya Betancur recurre al verso libre para contarnos, con conciencia de finitud, sus pasiones otoñales y sus requiebros amorosos.
El peomario es un absoluto acto de honestidad en el que él, cultor de la razón y de las artes y admirador del signo como como constructor de humanidad, socializa sus inquietudes existenciales. El ejercicio poietico de un ser humano que se se sabe finitio e intrascendente (si la trascendencia se entiende como los falsos cielos prometidos o los metarrelatos históricos). "sólo una cosa hay, es el olvido", podría entrecomillar Maya parodiando a su admirado Borges. Esta conciencia lo lleva a contar sin pretensiones de inmortalidad sus personales circunstancias, apreciaciones y metáforas que se comparte con sentimiento solidario.
En la mayorías de sus poemas, los epígrafes se suceden para revelarnos la cantera de sus versos y para evidenciarnos, de alguna manera, un mecanismo creativo recurrrente. Llega incluso a transferir al poema versos completos de otros autores con sus respectivas comillas. En casos extremos, como en Evocación y Estigma, la canción con la que Charles Aznavour sacudió las fibras de los adolescentes en la segunda mitad del siglo pasado ocupa una tercera parte del poema. No obstante estas heterodoxas prácticas que le quitan espacio a su propia voz, la poesía de Maya Betancur alcanza el Elam poético en los versos que desnudan su romántico andamiaje.

TENGO MIEDO DE TI

II

Eres leve y clara

como una sorpresiva madrugada.

Casi celeste digo.

Hecha toda de Universo.

Incitas al deseo

con el gorjeo de tus senos.

¡Ah mi bienamada!

Pero sobre la tierra transitoria

te descubro sumisa y deslumbrada,

asomada el espejo de la moda

cambiando tu lauta existencia

por el alienado goce de tus días,

y tengo miedo de tus sueños.

¡Oh, que desconcierto!

REFLEXIÓN Y ESPEJO

II


En el lago del espejo

otra vez me miro

y que anciano me percibo

-oh desolado naúfrago-

porque mañana la muerte viene

y todo será polvo bajo su imperio

Barba Jacob lo dijo.

MUERTE

Cuando tú llegues muerte

no encontrarás nada de mí,

porque todo lo he perdido.

¡Serás entonces

sombra inútil del olvido!

27.1.07

EXPOSICIÓN EN EL EJE CAFETERO

La Escuela de Artes Visualesde la Universidad Tecnológica de Pereirade, la Facultad de Bellas Artes y Humanidades invitan al coctel de inauguración de la exposiciòn de los Maestros Eva Clarens y Gustavo Vil el jueves 11 de mayo a la 6 p.m la


Lugar Sala de ExposicionesEscuela de Artes


Los artistas son docentes de la Universidad de Caldas

Walter Castañeda(Eva Clarens)
Maestro en artes plásticas. Universidad de Caldas
EspecializaciónHermenéutica y Semiótica del Arte, Universidad Nacional
Maestría en EstéticaUniversidad Nacional. Sede Medellín
Profesor AsistenteUniversidad de Caldas
Gustavo Villa
Magíster en Estética. Universidad Nacional de Colombia. Medellín.
Especialista en Semiótica y Hermenéutica del ArteUniversidad Nacional de Colombia. Medellín - Manizales.
Maestro en Artes Plásticas. Universidad de Caldas. Manizales.

26.1.07


Foto Eva Durán

PANORAMA CRITICO DE LOS BARES

Para José

Miren, entrar al baño de un bar gay a la una de la mañana es entrar en una dimensión desconocida, todo luce un poco mas transfigurado, el humo de todos los cigarrillos encendidos les da un aspecto de sauna, el orinal es una línea de reclutas meando y mirándose perturbados los unos a los otros, el piso jabonoso es una trampa mortal, snif, snif, snif, salgamos del baño!

En mitad de la pista de baile una deidad pasea su exotismo travesti, es Invierno en Okinawa, un imponente drag queen de casi dos metros de altura, ataviado en un esplendido kimono de seda rosa, luciendo un curioso tocado fucsia del que se desprenden ramas de cerezos en flor con canarios de juguete que hacen equilibrio en las puntas.

La señorita invierno baja desde lo alto de su pedestal y a través de una mascara de teatro kabuki en la que oculta su rostro, con voz ahogada nos dice: "Deben andar con cuidado", al incorporarse nuevamente a su estatus de diosa oriental, una de los canarios de su tocado cayo livianamente en el vaso con wiskey que sostengo en la mano, "mira es un silbato" dije a Sandy, mientras frías gotas de licor volaron entre el ruido y las luces del sitio.

Solo basta con echar un vistazo alrededor para darse cuenta del diverso insectario homosexual: moscas de la carroña, cucarachas empolvadas, mariposas exóticas y otras raras especies de alas quemadas, porque aquí esta noche de alcohol y pastillas, aunque no lo parezca el enemigo esta oculto en la mascarada, tras la maquillada cereza de las mejillas o en las evidentes ojeras, vestido de luces el camaleón del sida se mueve cauteloso por la barra y en la bola de espejos, listo para enroscar en su ahorquillada lengua a quien menos lo espera.

La peste llega hasta los bares vestida de botas y vaqueros, hirviendo en una burbuja de soda, en los rincones oscuros de la disco, sobre las húmedas paredes donde su hongo virulento florece y estalla.

"Debes andar con cuidado" me dice la cara enyesada de la señorita invierno quien abre su delicado sensi de encaje imperial y empieza a abanicar el aire, mientras trato de descifrar el enigma de su disfraz, porque viéndolo bien tras todo ese armazón de cosmética esta alguien a quien a lo mejor conocemos.

Basta interpretar un gesto, una pose, un quebradizo paso de baile para aborrecer a ese moderno gueto homosexual, con solo mirarse un segundo en ese espejito-espejito de la frivolidad es inevitable no sentir vértigo o romper en llanto.

Los bares en la actualidad carecen del encanto de otroras épocas, ya no es el ambiente de ensueño hasta donde se llegaba y al cruzar el umbral una euforia colectiva desbordaba las copas.

Porque, hoy por hoy, en un clausurado escaparate repleto de pelucas, tacones y vestidos de noche, la mímica travesti dio su ultimo show, quizá la señorita invierno en Okinawa sea el ultimo vestigio flotante que queda de aquel gran buque fantasma con rumbo a la ciudad travestida, lo único que evita que este crucero gay no se hunda del todo.

Así que Sandy y yo continuamos en cubierta, navegando sobre las aguas de neón, mirando con desgano ese conglomerado de locas actuales, esta mafia del terciopelo, salidas de sus vanidosos armarios en los que seria casi improbable encontrar un chiffón o un libro de Oscar Wilde porque la novísima academia gay solo esta forjando un ballet tembloroso tan afeminado y baladí como una manada de poodles que solo saben acicalarse los unos a los otros.

El bar que un día fuese el patio de recreo del pasado ahora es un territorio minado de altanería, un animado museo de cera donde el cóctel VIH se sirve y se bebe con gracia, donde el perfume Hugo Boss ambienta la entupida charla y ellas arbitrarias en sus necedades se creen princesas altivas de un abominable reino, pálidas sobre el terciopelo de las píldoras van buscando realidades mas complejas a la de ser una loca ordinaria del tercer mundo, bañadas en sudor al ritmo alucinante de la música electro en raras coreografías son exorcizadas por el sacerdote D.J quien desde su cabina celestial las ve hervir sobre el disco inferno de la pista de baile.

La señorita invierno en Okinawa parece flotar en medio de la orgía sonora, un espectro de la vieja escuela travestista, que luego se desvanece ante mis ojos para dar paso a una fea postal de hombres rodeando con lascivia a un atlético nudista.

Cansados de este absurdo y desagradable paseo por la estéril ruta del arco iris, Sandy y yo optamos por beber un último trago y a lo mejor ese letrero luminoso del fondo que dice "Salida de emergencia" sea lo único sensato en un lugar como este.

Jhon Better
Poeta y cuentista barranquillero

http://locamaldita.blogspot.com/

No querer ser negro: el otro racismo


Por RUBÉN DARÍO ÁLVAREZ P.

El haber descubierto que ciertos protagonistas de las novelas de la escritora norteamericana Tony Morrison eran tan racistas como algunos de los negros que crecieron conmigo en Cartagena, me hizo caer en la cuenta de que algunos de los nuestros no son los únicos en América que no quieren ser negros.

Y esa actitud la corroboró el Departamento Nacional de Estadísticas (Dane), cuando su director confesó en esta misma ciudad que no sabía cuántos negros había en Colombia, debido a que cuando se hacían encuestas en las que se le preguntaba a la gente a cuál etnia pertenecía, muy pocos se reconocían como pertenecientes a la etnia negra, aunque con sobrados y evidentes motivos lo fueran.

Sin embargo, el desconocimiento, por parte del Dane, de cuántos negros había en Colombia se recibió como un acto de ineficiencia operativa que dicho organismo supuestamente quiso ocultar señalándonos a los mismos negros como negadores de nuestra propia etnia, cosa que sí es suficientemente cierta, independientemente de que el Dane sea o no una entidad ineficiente.
La verdad es la misma de siempre: muchos negros en Colombia, al igual que los personajes de Tony Morrison, no quieren ser negros. Es más: se desvalorizan y se desprecian entre sí en una clara manifestación de racismo que jamás se expresa abiertamente, pues a la larga el racismo colombiano es el mismo de toda Latinoamérica: un manto invisible que trunca, una veda que parece no estar estando, una actitud hipócrita que atenta subrepticiamente contra la autoestima y el sentido de pertenencia.

Pero no es solamente en el desprecio a nuestros iguales como suele manifestarse el racismo en Cartagena. También se presenta como una variación del oportunismo, que yo denomino “mamertismo étnico”. Es decir: ese discursito antirracista que algunos negros manejan cuando les conviene que los reconozcan como negros y cuando les interesa generar compasión entre quienes figuradamente no los dejan avanzar porque son negros y, en muchas ocasiones, pobres; esto es, sin grandes patrimonios económicos.

Sí: para algunas cosas son negros y para otras no, comportamiento éste que se detecta fácilmente en aquellos sectores de negros en proceso de emblanquecimiento, quienes en realidad son el producto de una crianza también racista, como la que en ciertas ocasiones recibí de parte de muchos de mis familiares.

Pero más que un asunto de equivocaciones familiares, el tema me inquieta porque parece tener también sus raíces históricas. Y con seguridad las tiene.

Cuenta el maestro Juan Zapata Olivella que en los tiempos de la Colonia, pero más exactamente cuando empezaron a darse las primeras manifestaciones importantes de rebeldía por parte de nuestros antepasados negros, también hubo informantes de nuestras propias filas que mantenían al tanto a los opresores, respecto a los mínimos movimientos que se realizaran en las campañas antiesclavistas.

Entonces podría ser esa una de las primeras manifestaciones de desprecio por la propia raza que ya experimentaban algunos de nuestros antepasados. Muchos de ellos, lastimosamente muy equivocados, empezaron a convencerse de que no era bueno ser negro, no había conciencia de clase en ellos, mucho más cuando el mismo blanco opresor les prometía libertad y cualquier cantidad de beneficios con tal de que traicionaran a sus hermanos de raza.

Desde ahí pudo haber comenzado el proceso de emblanquecimiento de que han hablado, con mejores argumentos que yo, Juan de Dios Mosquera, Amir Smith Córdoba y recientemente la senadora Piedad Córdoba, para quienes esa búsqueda del emblanquecimiento consiste en que nuestros negros y negras procuran “lavar” su piel acometiendo matrimonio con mujeres y hombres de piel blanca y, de paso, comunicándole a sus hijos y nietos que deben proseguir ese ejemplo, con el fin de que algún día “la raza mejore”. “Son como la guanábana” —dice muy acertadamente Piedad Córdoba—: negros por fuera y blancos por dentro”.

Les decía que mi crianza no fue ajena a ese tipo de concepción de la felicidad para un ser humano concebido con ancestros negros de parte y parte, pues la familia de mi padre es digna representante de negros extraídos de la Costa de Marfil o del corazón del Alto Congo y asentados en las islas caribeñas, desde donde prosiguieron hacia la Costa Norte colombiana en donde una esclava recibió el apellido de su amo español. El de ella —el apellido africano— se perdió para siempre sin que ninguno de nosotros nos preocupáramos por recuperar ese tesoro invaluable para nuestro orgullo familiar.

De parte de mi madre, mi abuelo y mi bisabuelo fueron blancos que se fusionaron con mujeres negras, pero siempre fueron inculcando en sus hijos —ya fuera abierta o subrepticiamente— la idea de que había que “mejorar” la raza. De manera que desde muy pequeño me acostumbré a ver a mis tías, tíos, primos y primas alisándose el cabello, haciendo malos comentarios referentes a sus iguales negros o chistes de mal gusto que aún persisten en la comunidad.

Pero no sólo fue en mi familia, pues muchos de los vecinos que me vieron crecer en el barrio Santa María también fueron negros de escasos recursos económicos, quienes aspiraban a salir adelante; y salir adelante significaba igualar a los blancos que constituían la clase alta de esos tiempos. Parecerse a los blancos y dejar de ser negro era la aspiración común que se compartía en nuestros barrios de estrato bajo.

No recuerdo en qué lugar leí que “la verdadera desgracia del esclavo sobreviene cuando empieza a verse con los ojos del amo”. No recuerdo tampoco si esa misma sentencia se refería exclusivamente a nuestros esclavos negros provenientes de África o si señalaba a todos los esclavos que existen en el mundo. De lo que sí estoy seguro es de que esa misma frase es perfectamente aplicable al endorracismo, a esa lamentable preocupación de ciertos negros y negras por no querer aceptarse como negros desde que se acostumbraron a verse con los ojos de quienes los discriminan.

Es esa, entonces, la causa de que en el Palenque de San Basilio los viejos descendientes de los antiguos fundadores no quisieran que sus hijos y nietos hablaran el bantú —o lengua palenquera, que llaman otros— por considerarlo un atraso, equivocación ésta que afortunadamente el movimiento Mini ku suto y la corriente de etnoeducación, con sede en Cartagena, lograron desvirtuar para bien de la misma comunidad.

Eso de mirarse con los ojos del discriminador es también la causa de que entre nuestros negros se utilice la palabra pero como un pequeño “alivio” para la “carga” que significa ser negro. De acuerdo con eso se dice: “yo soy negro, pero orgulloso”; “él es negro, pero buena gente”; “nosotros somos negros, pero honrados”. Es decir, el ser buena gente, honrados u orgullosos los “salva” un poco de ser negros, que es, a fin de cuentas, la única “molestia” para quienes crecen no queriendo ser negros.

Tal vez el ejemplo más patético que tengo respecto a esta autodiscriminación inconsciente que nos acosa, me lo dio muy arrogantemente una novia que tuve años atrás, cuya piel era tan oscura y tan hermosa como la de las palenqueras que he visto desde niño ofreciendo sus productos en las calles de Cartagena. Sin embargo, esa novia remota se mostró visiblemente ofendida un día en que cariñosamente le recordé su hermoso color negro y me respondió con un gesto sumamente altanero: “Me haces el favor. Yo no soy negra. Soy morena. Negras son esas señoras que venden platanitos”. Y en este triste pasaje me permito tomar al pie de la letra un aparte de la conferencia Etnoeducación e Inequidad: reflexiones para una propuesta ante la contrarreforma educativa y social en un contexto global, del investigador toludeño Nicolás Contreras, quien logra una magnífica explicación de por qué estamos tan equivocados con la palabra “moreno”. Y dice lo siguiente:

El término moreno “...curiosamente, procede de la voz arábiga “moro” o “moruno”, es decir el negro, asimilado al Islam en el norte y occidente del África subsahariana, que una vez islamizado hizo parte de las tropas comandadas por un caudillo berebere (negro), Tarik Ibn Ziyah, quien se tomó el peñón de Gibraltar en el siglo octavo para dar inicio al dominio de los “moros” en la península Ibérica. Es entendible que nadie quiera ser nombrado como perdedor u algún otro imaginario ominoso. Y ese es precisamente uno de los grandes retos de la etnoeducación, poner en discusión estos prejuicios neurolingüísticos, que aunque insignificantes, cuentan mucho en la psique intelectual y colectiva del ser y se reflejarán en su autoestima”.

Entonces, vemos cómo muy alegremente ciertos negros cartageneros prefieren autodenominarse “morenos” sin saber que siempre que lo hacen vuelven a ser negros aunque no lo quieran. Y con eso le dan licencia a nuestros discriminadores para que nos llamen “morenos”, “morenitos” o “negritos”, ya que supuestamente la palabra “negro” es ofensiva, al igual que la palabra “indio”, que ni siquiera es americana ni nada tiene que ver con los primeros nativos de este continente.
Por ese camino le han quitado el derecho a nuestro cabello de que se erija como uno más entre todos los tipos de cabellos que hay en el mundo, debido a que supuestamente el pelo crespo que crece en nuestras cabezas es “malo”. “Ella tiene el pelo malo”, se dice para describir a la negra que termina aplicándose aliceres en el proceso de emblanquecimiento que le inculcaron sus padres. “El nació con el pelo ‘bueno’, pero se le ha puesto ‘malo’ ahora de grande”, también se señala cuando se habla del negrito producto de la unión de un negro con una blanca o viceversa, quienes se hallan en medio del mismo sistema de autonegación, como cuando se afirma: “él es más negro que yo”, como significando que el prójimo está en peores condiciones que quien hace dicho señalamiento.

Y esa misma autonegación suele convertirse en una talanquera impuesta por esos mismos negros cuando creen que no tienen derecho a solicitar trabajo en equis institución por el color de su piel; cuando creen que sus hijos no pueden llegar a tal universidad porque, según ellos, los negros no somos tan inteligentes como para competir con estudiantes de piel clara; cuando piensan que no merecen conquistar a una mujer blanca —u hombre blanco—, porque hasta el amor es inmerecido para quienes nacimos oscuros como la bella noche.

De manera que también me permito disentir, muy respetuosamente, de quienes miran en el lenguaje y en la semántica una forma de discriminación o burla racial cuando se habla de “aguas negras”, “negro destino”, “oveja negra” y otras designaciones que nada tienen que ver con el racismo. Para mí esas concepciones también son propias del mamertismo étnico, del endorracismo y de la auto negación.

Siempre se ha dicho, y es científicamente la verdad, que el color negro es la negación de todos los colores y por esa razón se asocia con las cosas oscuras, con lo siniestro, con lo malo, sin que eso tenga que constituirse en una agresión lingüística para nuestra raza.

Volviendo al tema de los matrimonios entre blancas y negros; y entre negras y blancos, que nuestros abuelos miraban equívocamente como la posibilidad de “mejorar la raza”, hago la salvedad de que nunca he estado en desacuerdo —ni lo estaré— con ese tipo de uniones, ya que al fin y al cabo somos hijos de Dios, esa tremenda energía positiva que mueve al universo y para la cual no existen los colores, ni las razas, ni las fronteras, ni las religiones ni los fanatismos políticos, sino los méritos espirituales que cada padre debería inculcarle a sus hijos, sean negros, blancos, rojos, amarillos o mestizos.

Y es aquí en donde le encuentro sentido a la palabra “Afrodescendiente”, ya que debo confesar que, al principio pensé que se trataba de otra celada del miedo que tenemos a llamarnos negros, pero gracias a los magníficos argumentos de Edwin Salcedo, Dorina Hernández y Dionisio Miranda, entre otros, pude entender que más bien se trata del término más preciso para abarcar a ese gran porcentaje de colombianos y americanos que llevamos, por dentro y por fuera, la imborrable impronta de los tatarabuelos que parió el gran continente negro.

Tampoco veo nada malo en que negros y negras se alisen el cabello, pues cada cual es libre de hacer con su cuerpo lo que guste, siempre y cuando ese gusto no se convierta en un trampolín para alzarse altaneramente sobre los hermanos de raza, tratando, ignorantemente, de integrar etnias en las que muchas veces resultamos pésimamente recibidos o jamás recibidos.

De modo que si negros y blancos acometen matrimonios, que el objetivo no sea dejar de ser blancos o dejar de ser negros; que el objetivo sea constituirse en mejores seres humanos, que, es a final de cuentas, el ejemplo que necesitan los hombres del futuro. Es decir, nuestros hijos y nietos.

Ahora, me permito compartir con ustedes la segunda estrofa de una canción que estimo mucho y que compuso e interpreta un cantautor campesino de Puerto Rico llamado Baltazar Carrero. La canción se llama Igualdad. Y la estrofa es la siguiente:

“El ser blanco o ser moreno
tiene muy poco que ver
lo importante es uno ser
con todos los vecinos, bueno.
Buscar, con El Nazareno,
arriba un sitio de honor.
Así, el padre creador,
si acaso ve meritoria,
lo mismo le da la gloria
al blanco que al de color.”









25.1.07

NO HAY EXCUSAS PARA NO ESTAR EBRIO, AUNQUE SEA CON LA MÙSICA DE CHARLIE GARCÍA.


No somos capaces de aceptar el amor de una chica, mucho menos si dura más de dos meses. Gastamos el tiempo pintado paredes, hablando de fútbol en las esquinas, fumando cigarros a escondidas, y luego, bajamos todas nuestras penas con muchos tragos de licor.

No basta el fin de semana para compartir con los amigos. Tarareamos canciones que hablan del olvido, de los malos amores en lugares marginales. No seremos nunca como Marlon Brando o Charles Chaplin. Inevitablemente sobrevivimos a costa de los demás, papá y mamá, el mejor hotel cinco estrellas, objetos perdidos que ayudan a no tener siempre los bolsillos vacíos.

Todo lo que queda es mirar con rabia esta vida empatada de mierda y muchos parques con sillas dañadas y muchos árboles con corazones flechados que nos recuerdan fechas en los calendarios. Todo esto es tan poco, que uno termina siendo un buscapleitos, la oveja negra de la familia, el que siempre arma peleas en las fiestas, un café sin azúcar en la media noche, el que le roba la novia a los amigos.

No hay excusas, estos son quehaceres cotidianos:
Un amigo que muere de una sobredosis, un conocido que trabaja como sicario, la protuberante chica que se acuesta con todos, la música embriagada de Charlie García como única conexión con la vida y las tantas fugas que nos enseñan a perder la razón, ser adictos a la comida chatarra, a los reality shows y los pequeños espacios donde la única chance es volverse loco de remate.

No somos capaces de quitarnos la vida, dejar de pronunciar frases precarias o escribir tontos poemas de amor o ser necesariamente felices, gastar todo un día domingo lavando o arreglando el auto de papá, porque a fin de cuenta, cuesta demasiado ser libre.

El tiempo corre muy rápido como el estribillo de una canción de moda, como mascar chicle o llevar el cabello largo. No hay excusa, uno aprende a vivir en las esquinas oyendo música de Charlie García, quién tampoco necesita explicar nada ni inventar una fórmula para poder uno reconciliarse con la suerte y el destino cuando termine de caer este pesado telón y otros pasos habiten esta ruta larga y estrecha, entre excrementos, basura, orines y latas de cerveza que comprueban cómo desaparecen las cosas entre tanto abandono y uno aprender a sentir temor de no saber cuándo será la próxima caída.

Robinson Quintero
Poeta y cuentista barranquillero

sendadeperdedor@hotmail.com

http://robinsonquintero.blogspot.com/

http://nnrobinson.blogspot.com/
EVA DURÁN









A esta perra que en tu cuerpo fui

Hablé con tu mamá y le he dado la noticia: “El me ha cortado”. Si, ya lo sé, ya lo sé. Si me hubiese quedado, si tú hubieses venido, si nos hubiésemos conocido antes, si estuviese preñada, si el estado del tiempo… toda la vida que nos esperaba juntos se quedó en lo posible, en lo que pudo ser, lo que nunca será, lo que soñamos. Si tu casa fuese mi casa, si mis piernas fuesen tu abrigo. Si mi coño tu refugio, tu ensoñación, tu cielo. ¿Ves? ¿Que puedo hacer ahora que no sea hilvanar palabras? En el exilio me alimentaba tu recuerdo. Pero esta noche y de un zarpazo me has dejado libre para el incendio, el sacrilegio, la profanación y la noche. Abriste el grifo del que otro beberá de mí, para que brille. A esta perra que en tu cuerpo fui, le has dejado sin correa: generosa, brutal y libre, ardiente y loca. Muy lejos de ti, amor mío, muy lejos.


Eva Durán

Prosa http://registrocorporal.blogspot.com/
Poesia http://evaduranescritora.blogspot.com/


Te ofrezco

mis fronteras expandidas

mis extremados silencios

mis manos suaves

mis pies pequeños

y mi oficio de artesana

que sabe bien las formas

para tallar el amor.


Miriam Reina
Poeta samaria
VILLAMAGA
VA AL CINE


El músico, caricatógrafo, editor y terco disoñador, León Octavio, autor del personaje caricatográfico Balita, la Bala Perdida, y del Bando de Villamaga -rescoldo de los sueños creadores-, nos remite un correo con la buena nueva de que VILLAMAGA va al cine.

Cuando la utopía es un camino, siempre habrá otro gozoso horizonte por conquistar.



amig@s, cómplices y herman@s

Casi en el mismo momento en que les testimoniaba mi agradecimiento por la complicidad con mi causa con la tarjeta enviada con motivo del comienzo del año en la que les decía que el navío de Villa Maga, La Curiosa, se dirigía a Pradera a la zona de despegue, me llegó de Alemania la noticia de Zabrisky- film, una productora de cine que tiene sede en Berlin, que quiere hacer una película sobre Villa Maga como una utopía que paulatinamente se va construyendo con el trabajo en las comunidades.

La idea de ellos es mostrar que hay una gente en Colombia, conocida en el mundo entero por violenta, corrupta y otros males, que trabaja por un país diferente aunque sus acciones no aparezcan en los medios de comunicación y esa gente es la que sostiene las esperanzas del cambio porque en ellas está vigente la utopía que muchos creen muerta o en el mejor de los casos anacrónica.

Como a lo largo de 23 años de militancia en la utopía Villa Maga la ha promovido a través de actividades diversas, valga como ejemplo los talleres de creatividad realizados en varias regiones del país con variados grupos humanos, tanto urbanos como rurales, y en esas andareguiadas se ha encontrado con personas como ustedes que me han animado a no desfallecer en mi empeño de mantener en alto la bandera de la ilusión en el corazón de la gente.

Los alemanes llegan a Colombia el próximo 2 de marzo y me van a acompañar a los diferentes sitios de Colombia donde he trabajado con las comunidades y también vamos a visitar los proyectos sociales que se han hermanado con Villa Maga para mostrar que no está sola en la lucha contra Kanibbalia porque hay otras personas y grupos trabajando por el mismo ideal, por ejemplo ustedes cómplices de mi sueño.

¡Qué bueno sería que me acompañaran en esas filmaciones! Cuando tenga el programa definitivo, se los enviaré, lo mismo que una idea, propuesta hecha por un grupo de http://es.f264.mail.yahoo.com/ym/Compose?To=amig@s, que me va a tener ocupado el resto del año y que me obliga a un cambio de ruta de La Curiosa. Le va a tocar estar fondeada un buen tiempo en el puerto de Cali. ¿De qué voy a vivir? No se, pero algo se me ocurrirá en el camino.

Con el saludo fraterno

León Octavio

24.1.07
















Joyas de un barranquillero

Del libro El cuaderno de Aníbal Egea, de Vicente Quirirate, Ediciones Brevedad.

En este libro el autor mexicano publica bellas y sabias reflexiones del escritor barranquillero Aníbal Egea.

* Pienso, ingenuamente, que te olvido; que no estás ya, de pronto, en lo que hago. Pero corto igual que tú los jitomates; la sopa necesita los granos de pimienta que tú pones y todo se me convierte en subjuntivos. No soy yo quien te espera: le haces falta a la noche y a estas sábanas nuevas que habrá de combatir un solo cuerpo.

* Hay quienes viven bajo la sombra de la bestia y no se atreven a sacarla a la luz. Hay quienes le pican las costillas, la provocan, la despiertan del todo para probar sus armas fascinantes. Aquéllos son los buenos jugadores. Estos se llaman enamorados.

* ¿Por qué no aceptar que el amor nos es sólo prestado, como la silla en que nos sentamos, la ropa que nos cubre, el vino que bebemos? Aunque el enamorado intenta engañarse creyendo que nace por primera vez cuanto mira, los mismos objetos hoy parecen rotos, no nacidos, con esa sensación de inutilidad que a veces nos asalta cuando el tren se retrasa y no podemos leer, fumar, estar a solas ni en compañía y somos un bulto más al lado de nuestro equipaje en andenes, no obstante las multitudes, solitarios.

* El secreto de la supervivencia consiste en aceptar que vivimos en el filo de la navaja. Quien ama debe mirar largo tiempo el mar: las olas más altas, más celestes, las de más complicada arquitectura, son las que rompen con mayor violencia.

* Vivimos bajo el dominio del cuerpo. En medio de la tempestad que provocan sus demandas, el espíritu es un barco de vela tan frágil como el que bota un niño a la fuente del parque.

* La belleza es una de las heridas más dolorosas que sufrimos: tarde o temprano cobra la ambición de poseerla. No ha vivido quien ignora el temblor creciente, la perturbación constante del que ha sido tocado por lo bello. La belleza no habla, y los hombres crearon la poesía para dar testimonio de su paso. La belleza es una alegría eterna sólo cuando no deseamos ser su dueño. Quien se atreve a enfrentarla está en camino de ser un poseído: la belleza termina poseyendo a quien más ha querido hacerla suya.

* Vivir es escribir con todo el cuerpo.

* Claro que duele el alma. Cuando amamos está más cerca que nunca de la carne.

* No persistas en llenar cada instante de infinito. Te cuesta ser feliz y no hay remedio. Tarde para empezar de nuevo, temprano todavía para irte, escucha los consejos de tu propia experiencia: asistir con asombro a la creación del mundo fue el mejor de los premios, y llegó varias veces. Por eso, antes de que se vaya este temblor que al invadirte cierra la heridadel presente, escríbelo. Aunque las palabras donde lo entregas todo, mañana te digan que escribiste en el agua.

* Cuando te repugne que el pescado en tu mesa alguna vez estuvo libre y dichoso entre corales edificios sumergidos donde el sol alcanza sus mejores esculturas-, piensa que el arpón que le dio muerte fue manejado por el hombre que comerá un ave que antes del impacto de fuego volaba sobre los manglares; y que el cazador de esa presa a su vez pagará en el mercado el trozo de carne que lo ayude a vivir. Cuando te torture la injusticia del hombre hacia las otras criaturas, piensa en el azar. Así como el arpón, la bala o la mano del hombre eligen la muerte de otros seres, Dios reparte cánceres, fracasos amorosos, lagares de tormenta entre sus seres, para poder nacer todos los días e iluminar el mundo.

23.1.07

ANDRÉ BRETÓN
Jaime Morales Quant

Pinturas de una Ilogia
(escrito para leer con rostro de aguja besando un globo)

“Los jardineros tienen menos respeto por la realidad que los artistas”
Apollinaire


· Jaime Andrés Morales Quant . Estudiante deLiteratura Universidad de Cartagena. Ponencia presentada en el Cuarto Encuentro Nacional de Estudiantes de Literatura (ENEL).
Jamoq22@yahoo.com


El ensayo que sigue a continuación pretende detenerse en algunos rasgos estructurantes del universo poético erigido por André Bretón. Con el objeto de evitar posibles ambigüedades- y al tiempo conseguir matizaciones de carácter conceptual - podemos afirmar que utilizaremos la palabra “estructurante” recurriendo a su acepción de “elementos que configuran una obra, y la caracterizan de modo general”. También es prudente aclarar que por un lado han sido tomados diversos poemas incluidos en la selección hecha por Manuel Álvarez Ortega[1] ; y por el otro, que éstos difieren entre sí cuando se atiende a su momento de creación, es decir, que se presentan cronológicamente deslindados en una antología especial. Sin embargo esta situación no se convierte en un obstáculo para los fines concebidos, teniendo en cuenta que trataremos de abordar un aspecto prevaleciente. De otro lado, será pertinente mencionar el uso de soportes teóricos sugeridos por algunos críticos literarios, y distintas reflexiones presentadas por el mismo Bretón en sus manifiestos surrealistas .

Ahora bien, después de todo lo considerado con anticipación, resulta conveniente hablar del objetivo que nos interesa: analizar cómo la poesía del citado autor se halla provista de una imagen irracional- fundacional . Actividad que implica una definición de lo que tal imagen es, y una exploración de las formas a través de las cuales se manifiesta. Primero, comencemos con el vocablo imagen en su sentido lato. De acuerdo con el diccionario Espasa[2] constituye una representación mental que me hago de algo. Aunque ésta definición deviene válida y bastante común, merece cierta ampliación. Lo que un retrato muestra (de mi madre por ejemplo) ejemplifica una representación, una imagen de la realidad “madre” . Si dibujo una casa hago lo mismo, y tal ejercicio es mental en la medida en que debo tener el concepto “casa” en mi cabeza. Por otra parte, si me detengo frente a ella, estoy adquiriendo una imagen (operación realizada en virtud de un sistema óptico) .Pero lo anterior no significa que esté impedido para representarme una casa por la mitad , despojada de techo, o constituida por telas. Entonces queremos decir que la imagen o cuadro [3] es todo aquello representable mental y/o físicamente, y esto incluye –por supuesto que sí- lo que se pueda combinar, crear, transformar; también lo que se pueda ver, claro está . Aún así, con respecto al lenguaje verbal como signo- ya no hablemos de esa esfera pictórica-, ¿qué nos ocurre? Este se encuentra armado según Saussure en virtud de una doble composición : significante y significado. Toda palabra, en tanto concepto o contenido implica una imagen. Y aquí nos situamos en una serie de movimientos perceptuales: dichos cuadros pueden llevarnos a otras palabras , a otras visiones, a sensaciones disímiles , a posibles olores , etc.

La información de arriba ha sido expresada -y espero no haber cansado al lector- con el propósito de tener en claro una conceptualización que no aspira a dogmatismos, pero sí a una función de orientación destinada por una parte , a ofrecer rasgos generales , y por la otra, a pensar que el lenguaje, para este caso, el de tipo poético, nos lleva a representaciones mentales ; de igual manera, a meditar sobre el hecho de que una imagen puede ser el resultado de la transformación de los elementos de la realidad , como un elocuente ejercicio de transgresión . De ahí se desprende ,¿ por qué referirnos a ella como irracional? Para esto, es más que imprescindible situar al poeta que nos concierne en un contexto determinado , y aludir de manera posterior a comentarios críticos que apoyen nuestras aseveraciones .

Vale afirmar que André Bretón fue un escritor de origen francés perteneciente al movimiento artístico[4] denominado Surrealismo. Anotación que ya nos brinda algunas pistas iniciales . Esta corriente que surgió de manera posterior a la primera guerra mundial , se entregó a la idea de expulsar al imperativo de la razón en sus elaboraciones estéticas . Su máxima paradigmática consistía en hacer prevalecer los impulsos del inconsciente y promulgar a nivel literario, una escritura mecánica, o como diría el propio poeta, aquél mecanismo bautizado con el nombre de Automatismo psíquico. En esta medida se funda como una propuesta de carácter irracional . Leamos pues las siguientes palabras del autor francés , quien además de figurar como una de las muestras más valoradas del movimiento a nivel literario , se convierte también en el célebre redactor de su manifiesto[5] :

...Surrealismo: Sustantivo, masculino . Automatismo psíquico puro por cuyo medio se intenta expresar , verbalmente, por escrito o de cualquier otro modo , el funcionamiento real del pensamiento. Es un dictado del pensamiento , sin la intervención reguladora de la razón.

Más adelante el poeta agrega otra reflexión que sirve de complemento inmediato al fragmento citado hace un momento:

...Enciclopedia: Filosofía : surrealismo se basa en la creencia en la realidad superior de ciertas formas de asociación desdeñadas hasta la aparición del mismo , y en libre ejercicio del pensamiento ...(p44-45)

No está de más emprender un análisis harto conocido a saber: que el surrealismo recibe influencias manifiestas del padre del psicoanálisis : Sigmund Freud. Tampoco será el motivo del ensayo, pero podemos indicar que el estudio del inconsciente realizado por el psicoanalista austriaco permite una reflexión sobre la naturaleza humana: ni somos unívocos , ni totalmente coherentes; en nosotros confluyen una serie de tensiones dadas entre el plano instintivo, el plano conciente, lo exigido moralmente , las idealizaciones culturales, el deber ser contra el querer ser, etc. Y de forma más ampliada posibilitó una concentración en un aspecto poco estudiado o relegado: el mundo de las pulsiones , el inconsciente. A través del análisis de los sueños y de terapias de hipnosis y asociación de ideas, Freud argumentó que existe un “lugar” distinto a la conciencia, donde se halla lo reprimido y nuestros impulsos más poderosos . Es igualmente válido anotar algunas relaciones entre la técnica de asociación libre de ideas usada por el doctor y el automatismo psíquico empleado por los surrealistas. La segunda señalación que se puede dar es la siguiente: A través del surrealismo se lograba, en términos de Bretón, una liberación de la conciencia, la adquisición de un estado de libertad; una superación de la servidumbre racional y sus dicotomías preponderantes. Razón que había presidido los procesos de industrialización generadores de grandes brechas a la humanidad, tanto política como socialmente; razón asociada a la Primera Guerra mundial en tanto capacidad para planear a través de unos medios la consecución de unas riquezas. Y así, era probable que dicha razón se vinculara a la falta de sensibilidad, a un cálculo frío que disociaba al proyecto humanístico de la idea del progreso.

Después de explicar algunas razones que hacen valorar lo irracional, y de haber introducido un concepto guía de imagen , nos proponemos ahora sí, iniciar las evaluaciones respectivas sobre la poesía del autor francés. Con ello, intentaremos lograr un acercamiento más estrecho a la pregunta sobre la imagen irracional(más adelante hablaremos de su calidad fundacional). Si bien hemos revisado de manera sucinta acontecimientos de tipo histórico que influyen en el movimiento surrealista , y esto hace parte de un orden explicativo(por qué surge en relación con determinada sociedad), también resulta indispensable entender la poesía misma , que será lo más vital si se trata de concentrarse en un campo de análisis literario. El primer poema que seleccionaremos obedece a la voluntad (del poeta) de entregarse a una irracionalidad asociativa frenética. Si nos detenemos en el título, estaríamos en condiciones de extraer algunas ideas preeliminares: Unión Libre. Al parecer constituye una clara alusión a la consigna resaltada por Bretón en sus manifiestos. Veamos entonces diversos segmentos del poema :

“mi mujer de cabellera de llamas de leña/ de pensamientos de relámpagos de calor/ de talle de reloj de arena/ mi mujer de talle de nutria entre los dientes del tigre/ de dientes de huellas de rata blanca sobre la tierra blanca/ mi mujer de lengua de hostia apuñalada...”

Hasta aquí habíamos hablado de la imagen irracional, mas ahora todo ello se vuelve constatable. La posibilidad de una mujer de cabellera de llamas de leña, de pensamiento de relámpagos de calor puede llevarnos a pensar en el color rojo, en lo inusual del pensamiento quizás; los dientes de rata blanca sobre tierra banca, sí nos hablan de una comparación más explicita pero de una asociación menos convencional. Y precisamente hay que decir que ese estado inusitado de la imagen resulta de un nivel de liberación mental considerablemente alta. Para Bretón, tales cuadros surgen de la independencia conseguida por el poeta; de su desdén hacia la organización mental que impone la conciencia. Por tanto, la belleza poemática se articula gracias a la belleza de las imágenes; y esta última es directamente proporcional al grado de inconsciencia, de irracionalidad o de “Ilogia”, entendiéndola como falta de lógica, lógica aparte o inhabitual, lógica –otra, lógica –no lógica. En uno de sus comentarios el autor declara su simpatía con relación a la opinión de otro escritor de su época cuyo apellido era Riverdy. Las consideraciones que éste último hace de la imagen explican de manera muy clara la presencia de esas extrañas visiones en la poesía de Bretón.

La imagen es una creación pura del espíritu, la imagen no puede nacer de una comparación, sino del acercamiento de dos realidades más o menos lejanas. Cuánto más lejanas y justas... más fuerte será la imagen, más fuerza emotiva y más realidad poética tendrá... (p.38)

Debemos aclarar que cuando usamos la palabra inhabitual lo hacemos con oposición a un sistema de referencia de orden usual, o a una imagen poética convencional. La meditación que hace Bousoño al respecto es interesante. Para él, la imagen tradicional establece un vinculo entre dos realidades que resulta bien accesible al sentido lógico. Se basa en una semejanza objetiva(física, moral, o de valor) inmediatamente perceptible[6]. Ejemplos como piel de seda, cabellos de oro, son ilustrativos para captar la diferencia entre ello, y una asociación como la de mi mujer de brazos de espuma de mar de esclusa y de mezcla de trigo y de molino, o mi mujer de pies de iniciales...

Las relaciones entre dos realidades o elementos sean A y B realizados por Bretón resultan más atrevidas, provistas de una emotividad distinta, y distantes de evidencias a la razón. En relación con ello hemos hablado del carácter irracional que se expresa en la voluntad de agresión a la función de la conciencia ordenadora durante el proceso elucubrativo; y más pragmáticamente, en la elaboración de imágenes que presentan vinculaciones imprevistas. Una frase como mi mujer de vientre de apertura de abanico de los días está lejos de la facilidad con que se advierte cabello de oro y piel de seda. Las relaciones que se desarrollan en un lector serían de naturaleza muy especial; el poema se constituye en la entrada a un conjunto de sensaciones de movilidad, de ascenso, de caída, de vértigo… Habría que pensar en esa imagen de tal abanico abriéndose en medio de los días, como si se desplegara una anchura. Entonces podríamos pensar que el autor esta provocando la escena de algo dilatado hacia los lados. El vientre sería una masa ancha que se abre, como si captáramos la figura del abdomen en una desnudez repentina; como cuando la mujer se despoja de una falda y todo parece que se abriera. Mi mujer de ojos de agua para beber en prisión, es otro cuadro significativo que podría hablarnos de unos ojos que inspiran gran deseo, y así nos enfrentamos a una serie de combinaciones que han dejado el carácter descriptivo y anecdótico para ingresar a los profusos e ilimitados campos de lo sugerente.

Sobre estas imágenes que reflejan de una manera ilógica combinaciones entre realidades, tenemos más ejemplos. El poema La mirada de las divinidades nos ofrece excelentes muestras: En el puente, a la misma hora, así se entretenía el rocío con cabeza de gata...

La superposición de una realidad como cabeza de gata sobre otro plano de realidad como rocío, nos conduce a reiterar la capacidad asociativa del poeta surrealista. Y asistimos al reinado de una ilogia que a la vez que nos sorprende, nos invita a sentir de un modo más libre, a vivir las experiencias de un otro, es decir, de esa voz lírica como habitante redimido en un mundo poblado de nexos complejos, y donde las horas, los cuerpos, y las palabras que nombran a las cosas, han sido revueltas de manera irreversible. Esta singular coexistencia de fascinación y extrañeza ha sido descrita por el crítico Hugo Friedrich[7] en su obra capital Estructura de la lírica moderna. De acuerdo con su tesis: se llega a la paradójica consecuencia de que quien le percibe(al poema) se siente a la vez atraído y desorientado. (p.25) Y ello no deja de estar relacionado con lo siguiente:

El procedimiento poético más antiguo, es decir, la comparación y la metáfora, es tratado en una forma nueva que evita el natural término de comparación para unir a trueque de lo real, cosas que objetiva y lógicamente no pueden unirse(p.24)

Como lo hemos anotado, la poesía de Bretón es el resultado de una forma de ver el mundo que se concreta en la utilización de un lenguaje muy particular. Si quisiéramos introducirla en campos o categorías más grandes, diríamos que constituye una exposición de poesía contemporánea. Y en ese mismo orden que llevamos, cabe mirar esta otra imagen: la eternidad busca un reloj de pulsera un poco antes de medianoche cerca del desembarcadero...

El antagonismo de eternidad/temporalidad podría verse natural en nuestras convenciones. La eternidad es el no-tiempo; es aquello que siempre es. De tal modo que si lo eterno no muere, ¿por qué habría de preocuparle el paso de las horas que afirman la vejez, la brevedad del instante, los minutos consumidos, o la cercanía a la muerte? ¿Es acaso una eternidad que piensa el tiempo? Esta extraña alianza desencadena una relación que, pese a su antagonismo, convive sin problemas, es decir, nos declara un dialogismo. Y bretón es consciente de tal conquista espiritual a través de la palabra poética. En su segundo manifiesto[8] sostiene:

El surrealismo pretendía ante todo provocar una crisis de la conciencia del tipo general y más grave posible... desde el punto de vista intelectual se trataba, y se trata todavía, de atacar por todos los medios y procurar se reconozca a todo precio, el carácter engañoso de las viejas antinomias... (p.163)

Por todo ello, la poesía que estudiamos se funda a partir de un “ensamblaje” insurrecto. Busca trazar los hilos que juntan las realidades concebidas como separadas. Y aquí es justo detenerse para permitir el surgimiento de otra idea: Esta combinación de elementos genera una irrealidad que se desarrolla en contraste con el mundo racional o lógico, pero también elabora una realidad en la medida que funda un universo particular, de referencias nuevas, que corresponde al mundo del poema. La presentación de la anormalidad como normalidad, dando origen a una nueva realidad que sustituye a la verdadera[9]. Y el resultado de esta modificación particular deviene en la surrealidad. He aquí el carácter fundacional del que hablábamos. Pero abordemos otras imágenes que nos permiten corroborar lo expuesto. El poema Silueta de paja comienza con el verso dame joyas ahogadas, que por sí mismo es sugerente; evidentemente a raíz de su asociación entre algo que se ahoga y que al tiempo es inerte. Todo lo cual nos llevaría a pensar en ese surrealismo en el que Bretón construye joyas que han muerto de alguna manera; la imagen es indudablemente plurisignificativa, pero siendo un poco atrevidos podríamos decir que provocan una sensación consistente en que las joyas ya no son las mismas, y llevan colores fríos; que han pasado a otro estado y gozan del conocimiento de algún misterio, de un arcano guardado en el silencio. Más adelante, y en el mismo poema se presentan dos imágenes dignas de toda selección: La primera: Ahora sólo tengo que dejarme morir /pide el baremo/ al trote con el puño cerrado sobre mi cabeza que suena /un fanal en donde se abre una mirada amarilla …

El fragmento anterior libera un conjunto de uniones que propician una reflexión sobre la dimensión onírica. A partir de lo de expresado a lo largo del ensayo, sabemos que ésta es una condición del movimiento surrealista, y por implicación, del poeta André Bretón. Pero si nos dejamos abrazar por estos versos encontraremos que existen unas fusiones extraordinarias: la voz lírica dice que va a dejarse morir, y en ese momento algo o alguien pide un baremo o lista; ese algo es un fanal(lámpara) cuya luz se abre y es una mirada, un ojo que despierta. Por otro lado existe un puño cerrado sobre una cabeza que suena como si algo estuviera realizando una presión a la memoria. La segunda imagen a la que nos queremos referir es la siguiente: ...también se abre el sentimiento pero las princesas se agarran al aire puro...

Debemos aclarar que el cuadro anterior le sigue al primero que citamos. Bretón impulsa unas representaciones que siguen atravesadas por ese irracionalismo fundacional, en tanto que marca relaciones imprevistas e ilógicas y erige mundos poéticos. El deseo de morir con el puño cerrado en la cabeza que suena y la imagen amarilla junto al sentimiento que se abre y muestra princesas agarradas al viento, conduce a situarnos en la cabeza de un hombre que se halla próximo a sus últimos segundos de existencia. Lo que pasaría por la cabeza en una circunstancia de esta índole, sería un choque de imágenes y sensaciones, que pueden hacernos pensar en el amor, en lo divino, en el miedo a dejar de hacer lo comenzado, en una mano que quiere cerrar esa caja de resonancias y luces que es la mente, etc. El fragmento que nos habla de princesas agarradas en el aire, es un claro ejemplo de cómo el autor extermina los maniqueísmos, pues el aire se halla en estado gaseoso y no posibilita el hecho de que alguien pueda sujetarse a él. Esto es posible sólo en los cuerpos sólidos. Sin embargo, notamos que en el universo poético es admisible la presencia de un aire con rasgos de lo sólido; un aire que es aire y es sólido a la vez, lo cual se constituye en un agreste golpe a dos leyes del pensamiento que se señalan en lógica [10]:

Una cosa debe ser idéntica así misma (principio de identidad); una cosa no puede ser ella misma y al tiempo otra cosa(principio de contradicción).

En lo que sigue, sugerimos la observación de otro ejemplo de imagen .El poema titulado El penacho nos ofrece esta curiosa construcción: ...si el pavimento de madera se abriera sobre la cima de las montañas... Al igual que los casos inmediatamente anteriores, comporta la formación de realidades lógicamente inunificables. Rebate el dualismo conocido: arriba / abajo, pues el pavimento -que es lo que está abajo-, ahora se encuentra arriba de la montaña, y además se abre , tendiendo en cuenta que en condiciones normales todo pavimento representa una cerradura , una compactación , una no-oquedad. Anotemos otras representaciones a las que nos orienta el poeta francés en su nudo de espejos; nombre que por cierto hace pensar en espejos fundidos , dominados por una condición más líquida. Veamos pues las dos imágenes ...(1)o como el viento del espíritu que de noche hierra de pájaros sin límites a caballos con collares de álgebra... ; (2)...Y las estaciones no son cuatro sino quince o dieciséis/ en mí entre las cuales está aquella en donde el metal florece ...

A juzgar por las asociaciones, la primera de ellas: noche de pájaros sin límites / caballos con collares de álgebra, parece indicarnos la lucha del espíritu surrealista contra la racionalidad , contra lo lógico(simbolizado en los collares de álgebra). La segunda manifiesta el grado de subjetivación que hace el poeta sobre lo real: para éste, no es cierto que hay cuatro estaciones , hay quince y en una de ellas florecen los metales ; lo cual sugiere que existen otras clases de primaveras , veranos , inviernos, y otoños. Todo esto nos lleva a reiterar el espíritu fundacional del poema a través de unas imágenes bañadas de ilogia. Siguiendo a Kate Hamburguer[11] , en la lírica moderna se establece una relación entre sujeto y objeto distinta a la de los enunciados de tipo histórico y científico . Los enunciados han sido expulsados de la esfera del objeto y arrastrados al interior de la del sujeto …

Más adelante, un poema como No ha lugar destina nuestra mirada a una magia extraordinaria: La arena no es más que un reloj fosforescente /Que da la medianoche/Por los brazos de una mujer olvidada /Sin refugio girando por el campo…Asistimos con Bretón a esa visión poética que puede sugerirnos que los brazos de una mujer olvidada forman junto con la arena-si se le ve en picada , en panorámica aérea – un reloj y unas manecillas. Hay que poner en claro que nuestras interpretaciones de Bretón no persiguen ningún ánimo absolutizante. Lo que resulta innegable es su capacidad para formar esas visiones. En un hombre y una mujer completamente blancos escribe : Veo sus senos que poseen una punta de sol en la noche profunda ...veo [12]sus senos que son estrellas sobre olas sus senos en los que llora para siempre la invisible leche azul. Como en otras ocasiones el grado de “Ilogia” es exacerbado. Hemos subrayado el verbo “veo” para contraponerlo a “invisible” y registrar otra forma de atentado lógico: el hombre ve una leche que es invisible y mucho más anormal…de color azul. Lo nos lleva a cavilar sobre la posibilidad de ver sin estar viendo, como si imagináramos algo donde no está y lo creyéramos vivo por un instante.

Otras formas de dialogismo o coexistencia de contrarios se perciben en el siguiente verso : El aire líquido. Un aire que es aire y líquido al tiempo. Por otro lado, veamos el poema El águila sexual : el diario es ahora de cristal y si las cartas no llegan ya es porque al tren se lo han comido …la gran incisión de la esmeralda dio origen al follaje .La explicación a la que nos vemos sometidos es de un carácter totalmente irracional: si las cartas no llegan es porque el tren ha sido ingerido; la génesis del follaje verde reside en la incisión de una esmeralda. Nuevamente debemos decir que tales imágenes a la vez que son ilógicas, poseen la capacidad de crear nuevas realidades. Lo mismo sucede en una la poesía llamada Girasol. El cuadro que sigue se reviste de una capacidad de simbolización sorprendente; es el acto de representar al pensamiento mismo: la curva blanca sobre fondo negro que llamamos pensamiento… Advertimos unas asociaciones que levantan –a partir de ese claroscuro- sensaciones de irrupción , como si pretendieran explicarnos el nacimiento de una idea o una emoción al interior del universo mental .

Finalmente y para concretar nuestra urgencia de resaltar la presencia de imagen cubierta de ilogia y de orientación fundacional, citaremos fragmentos de un último poema :Los relatos vuelan : El satén de las páginas que se hojean en los libros moldea una mujer tan hermosa que cuando se lee se contempla a esa mujer con tristeza. Creemos que éste cuadro consolida la idea de un mundo alterno ; de ese mundo ebrio que va surgiendo; la mujer asciende no de la lectura , sino del satén, de un material, como una realidad nueva e inesperada. El siguiente segmento corrobra nuestra afirmación: Pero lo más bello está en el intervalo de ciertas letras donde unas manos blancas..saquean un nido de golondrinas…Es la plenitud de la irrealidad formándose como realidad, ostentado su vida más allá de las reglas.

Por asuntos de tiempo hemos de llegar al término de este trabajo; trabajo a partir del cual hemos querido realizar pequeñas pinturas de una ilogia, fragmentos trazados para mostrar como el irracionalismo fundacional[13] se da a partir de tres modos: como uniones que son harto difíciles de pensar a nivel racional (un rocío con cabeza de gata ); por rupturas de los antagonismos o antinomias ( mezcla de lo sólido con lo gaseoso, lo que está abajo se pone arriba); y por explicaciones de génesis irreales (la incisión de una esmeralda da origen al follaje ). Pero es enteramente justo que antes de partir, antes de cerrar las páginas y confinarlas a alguna inanición, pensemos en la siguiente imagen relatada por Bretón al interior de sus manifiestos, sólo con el objeto de mantener un vuelo de fiebre inconsciente: es la imagen de una máquina de coser y un paraguas en una mesa de disección . La pregunta que hace el lector…que se podría recibir del público es: ¿Qué hacen esos dos objetos allí, en un espacio tan oscuro y al tiempo tan íntimo? La respuesta es aún más extraña: la máquina de coser y el paraguas , se disponen a hacer el amor .

[1] .ALVAREZ ORTEGA, Manuel. Antología de Bretón. Madrid: visor .1976
[2] .Diccionario Espasa de la lengua española. Madrid: Espasa.1999.
[3] .Utilizaremos las palabras imagen y cuadro indistintamente como sinónimos.
[4] En este caso la palabra artístico incluye las distintas manifestación estéticas: pintura, cine, literatura, etc.
[5] .BRETÓN, André. Manifiestos del surrealismo. Madrid: Punto Omega.1962.
[6] BOUSOÑO, Carlos. Teoría de la expresión poética: hacia una explicación del fenómeno lírico a través de textos españoles. Madrid: Gredos.1962
[7] .FRIEDRICH, Hugo. Estructura de la lírica moderna: desde Baudelaire hasta nuestros días. Barcelona: seix barral.1959
[8] .BRETON, André. Op. cit.
[9] . MARQUEZ, Miguel B. .Miguel A. Yáñez Polo. Fotosurrealista metafísico.En: Ámbitos Nª 7. semestre 2002.p 371-383.
[10] .COPI, Irving. Introducción a la Lógica. Buenos Aires: Eudeba.1964.
[11] .HAMBURGUER, Kate. La lógica de la literatura. Madrid: visor distribuciones 1995.
[12] El subrayado es mío.
[13] Debemos aclarar una consideración a nivel conceptual. Hemos elegido la palabra irracional no sin antes agregarle nuestras propias matizaciones: hay irracionalidad cuando se arremete a principios lógicos, esto es claro. También existe cuando se produce una imagen que propone una explicación distante a la causalidad científica. Lo cual es también comprensible y válido. El mayor cuidado debemos tenerlo cuando nos referimos a que algo es irracional si construye nuevos lazos entre las cosas o asocia realidades muy distintas formando un todo raro. Ahí tomamos la idea de que cuando existe una dificultad para pensar ciertas imágenes -porque se salen de las convenciones metafóricas o de lo inmediatamente perceptible- éstas se tornan y son concebidas como locuras verbales, irracionalidad , uniones motivadas por un gran nivel de subjetividad o sentimiento.